Fallece de un infarto el cubano que se volvió símbolo de la crisis humanitaria tras el huracán Melissa

Redacción

La misma imagen que el régimen presentó como ejemplo de «resistencia» hoy se convierte en el rostro de una tragedia evitable. Emilio José «Palo Seco», el hombre que se volvió viral durante el huracán Melissa cargando su televisor empapado con el agua hasta la cintura, falleció de un infarto fulminante, víctima de un sistema de salud colapsado y de las condiciones extremas que siguen padeciendo miles de cubanos.

La foto, explotada por la maquinaria propagandística del gobierno para mostrar la «fortaleza» del pueblo, escondía una cruda realidad: «Palo Seco» era un hombre con enfermedades crónicas – asma, hipertensión y diabetes – que, como la mayoría de los cubanos, carecía de acceso a medicamentos adecuados y atención médica constante. El esfuerzo sobrehumano de salvar sus pocas pertenencias en medio del desastre fue la gota que colmó su frágil estado de salud.

Su muerte no es solo una desgracia personal; es el resultado de la negligencia de un Estado que prioriza su imagen sobre el bienestar ciudadano. Mientras la fotografía se hacía viral, el régimen la utilizaba para enmascarar su total incapacidad para proteger a la población de las consecuencias del huracán y para proporcionar asistencia médica básica posterior.

Aunque se anunció que las modestas ayudas que recibió – un televisor, un celular y alimentos – serán donadas a una casa de niños, este gesto no puede ocultar la responsabilidad de un gobierno que abandona a su suerte a los más vulnerables. La tragedia de «Palo Seco» ejemplifica el destino de miles de cubanos que enfrentan desastres naturales sin un sistema de protección civil efectivo y con un sistema de salud en ruinas.

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