La estilista cubana Verónica Dantés, conocida por su trabajo en Holguín, vivió uno de los momentos más duros de su vida cuando el huracán Melissa inundó por completo su salón de belleza. Entre lágrimas, compartió en redes sociales las imágenes del desastre y el desconsuelo de ver su esfuerzo sumergido bajo el agua.
“Qué tristeza para mí, mi corazoncito lo tengo apretado… solo le pido a mi ángel de la guarda que ojalá y nada se haya roto, porque todo cuesta carísimo”, escribió, mientras mostraba su local convertido en una piscina por las lluvias del ciclón.
La joven emprendedora contó que la emergencia la tomó totalmente desprotegida. “No hay corriente desde ayer a las seis de la tarde, no hay cobertura para hacer llamadas, no hay internet para saber cómo va el huracán, no hay comida, no hay agua”, denunció, dejando al descubierto la realidad que viven miles de cubanos cuando el régimen demuestra, otra vez, su incapacidad para manejar una crisis.
El testimonio de Dantés no tardó en viralizarse. Decenas de usuarios en redes sociales le enviaron mensajes de apoyo y empatía, reflejando cómo la precariedad del país deja a los emprendedores completamente solos ante fenómenos naturales. En Cuba, perder un negocio no es solo una pérdida económica: es ver cómo años de sacrificio se van por el drenaje mientras el Estado brilla por su ausencia.
Horas después, la estilista logró un pequeño alivio. Los tragantes del local empezaron a drenar el agua y ella se lanzó a limpiar con las pocas fuerzas que le quedaban. “Ya me siento mucho más relajada, los tragantes absorbieron todo y voy a dejar esto como nuevo”, dijo con optimismo, prometiendo mostrar el antes y el después de su salón.
Aun así, el escenario a su alrededor seguía siendo peligroso. A las 11:00 de la mañana, el centro del huracán Melissa —todavía con categoría 2— se encontraba a unos 35 kilómetros al norte de Punta Lucrecia (Holguín), con vientos sostenidos de 155 km/h y desplazamiento hacia el nordeste. Aunque el sistema comenzaba a alejarse, las lluvias, los chubascos y el fuerte oleaje seguían golpeando la costa norte, especialmente en Gibara y zonas bajas del litoral holguinero, donde se reportaban marejadas de hasta siete metros.
Los pluviómetros de la región registraron acumulados excepcionales, superando los 100 milímetros de lluvia en decenas de localidades, mientras la humedad remanente del ciclón seguía generando precipitaciones durante todo el día.







