Después de días de angustia, incertidumbre y dolor, finalmente se reportó la detención del principal sospechoso por la muerte del pequeño Nelson Thiago Lugones, el niño de cinco años cuyo cuerpo fue encontrado en un pozo en el municipio de Alquízar, provincia de Artemisa. La noticia la dio a conocer el periodista independiente José Luis Tan Estrada, quien compartió los detalles en su cuenta de Facebook, confirmando que el sospechoso se encuentra bajo custodia.
El presunto implicado fue identificado como Juan Carlos, de 50 años, quien, según fuentes cercanas, se habría entregado voluntariamente a las autoridades. Lo más sorprendente del caso es que Juan Carlos sería el padre de la pareja actual de la madre del niño, lo que añade una capa de tensión y misterio a una historia que ha conmocionado a todo el país.
La detención llega justo cuando la familia del pequeño Thiago temía lo peor: que el caso se quedara sin resolver, archivado como tantos otros. Durante días, sus familiares denunciaron públicamente la falta de transparencia y lentitud en la investigación, lo que generó una ola de indignación entre los vecinos de Alquízar y usuarios en redes sociales.
En una carta publicada por el medio independiente “Cubanos por el Mundo”, la familia rompió el silencio para contar lo que estaban viviendo: el dolor insoportable de perder a un niño tan pequeño y la desesperación por sentir que nadie los escuchaba. “Solo queremos justicia para Thiago”, escribieron, mientras pedían apoyo para que su historia no quedara en el olvido.
El relato de los familiares es estremecedor. Thiago fue encontrado sin vida en un pozo cubierto de maleza, tras una búsqueda que duró varias horas. Lo que más llamó la atención de quienes participaron fue que el cuerpo no presentaba heridas ni rasguños, algo extraño considerando que la zona estaba llena de arbustos y espinas. Muchos interpretaron esto como una señal de que el niño pudo haber sido arrojado al pozo cuando ya no respiraba.
La finca donde todo ocurrió, conocida como “El Recurso”, se encuentra en la localidad de El Chumbo, y fue el último lugar donde se vio al pequeño con vida. Vecinos y familiares se unieron en una búsqueda desesperada que terminó de la peor forma posible alrededor de la 1:00 a.m., cuando hallaron su cuerpo sin signos de violencia aparente.
Aunque algunas versiones sugieren que Thiago pudo haber caído accidentalmente mientras jugaba, otras hipótesis, junto con los testimonios de los allegados, apuntan a que la historia podría tener un trasfondo mucho más oscuro. Por ahora, la comunidad espera que la investigación avance y se aclare lo que realmente ocurrió aquella noche.
En redes sociales, el caso ha generado una ola de solidaridad. Cientos de usuarios han mostrado su apoyo a la madre y a la familia de Thiago, mientras la tristeza se apodera de todo el pueblo. “El niño era puro amor, siempre sonreía”, comentó una vecina entre lágrimas. La gente no solo pide justicia, sino también que el pequeño no sea una cifra más en la dolorosa lista de menores que han perdido la vida en circunstancias trágicas en Cuba.










