Una escena dolorosa y difícil de olvidar se vivió este miércoles en La Habana, cuando un hombre perdió la vida ahogado en pleno Malecón habanero, el sitio más querido, fotografiado y concurrido por los cubanos. Lo que normalmente es un punto de encuentro, risas y brisa marina, se transformó en minutos en un escenario de desesperación y tristeza.
Según testigos, el hecho ocurrió en horas de la tarde. Todo comenzó cuando el hombre —cuya identidad aún no ha sido confirmada— fue visto luchando contra las corrientes que golpeaban con fuerza el muro del Malecón. Algunos transeúntes gritaron, intentaron alertar a las autoridades, pero nadie logró auxiliarlo a tiempo. La fuerza del mar terminó por arrastrarlo ante la mirada impotente de todos.
“Fue muy triste, todos gritaban, pero nadie pudo hacer nada a tiempo”, contó un testigo a través del perfil de Nio Reportando un Crimen, una página independiente en Facebook conocida por compartir sucesos y denuncias ciudadanas desde distintos puntos del país.
Las imágenes y videos del momento comenzaron a circular poco después en redes sociales, generando una ola de tristeza, indignación y reclamos. Muchos usuarios lamentaron la falta de respuesta inmediata de los servicios de rescate, que según varios testigos, tardaron más de lo esperado en llegar al lugar.
El Malecón de La Habana, ese rincón donde generaciones enteras han ido a despejarse, enamorarse o simplemente mirar el horizonte, se convirtió esta vez en símbolo de tragedia. Decenas de personas se congregaron en la zona intentando comprender lo ocurrido, mientras las autoridades trabajaban para recuperar el cuerpo en medio de un ambiente silencioso, tenso y lleno de lágrimas contenidas.
Desde la página que difundió la noticia se enviaron condolencias a los familiares y amigos del fallecido. Los mensajes de apoyo no tardaron en multiplicarse. “Otra vida que se apaga en medio de tanto abandono”, escribió una internauta, reflejando el sentimiento generalizado entre los cubanos que siguen estos casos con dolor y frustración.
El suceso reabre una pregunta que muchos llevan años haciendo: ¿existen realmente protocolos de seguridad y rescate eficientes en zonas tan concurridas como el Malecón? No es la primera vez que ocurren incidentes similares, y cada tragedia revive el debate sobre la falta de medidas preventivas y de respuesta rápida ante emergencias.
Más allá de las versiones y los comentarios, la imagen que queda grabada en la memoria de todos es la de un grupo de habaneros mirando al mar, impotentes, mientras una vida se escapa entre las olas. Una escena que duele, que conmueve y que deja claro que, en Cuba, a veces el mar no solo abraza… también arrebata.










