Si creías que los problemas en la salud pública cubana eran un rumor, un reciente reporte desde Camagüey lo deja clarísimo: el Hospital Materno de la ciudad se ha convertido en un verdadero foco de insalubridad, donde pacientes, visitantes y personal conviven a diario con condiciones que nadie debería tolerar.
La denuncia llegó directamente del personal del hospital, que cansado de la situación decidió sacar la verdad a la luz. Las imágenes y comentarios se hicieron virales en Facebook, mostrando lo que ocurre tras los muros de este centro de salud. “Todo el mundo lo ve, incluso las visitas. Es indignante”, señaló uno de los empleados, dejando claro que médicos, enfermeras y familiares presencian la negligencia día tras día.
El problema tiene un epicentro muy concreto: un área del primer piso, justo debajo de una escalera de servicio. Allí, en teoría, el personal de enfermería debía desechar el material usado durante los turnos nocturnos. Sin embargo, este espacio se ha transformado en un depósito improvisado de desechos biológicos y basura, acumulando restos de comida, sangre, orina y heces, convirtiéndose en un foco de contaminación que debería estar prohibido en cualquier hospital del mundo.
Para empeorar las cosas, la situación se ha normalizado de tal manera que los acompañantes de las pacientes terminan usando ese rincón como baño improvisado, sin que el personal de higiene tome medidas efectivas. Todo esto refleja una preocupante pasividad por parte de la administración, que parece más preocupada por ocultar la verdad que por proteger la salud de quienes acuden al hospital.
De hecho, para que las visitas no vean la degradación, la dirección del hospital ha optado por desviar a los familiares por escaleras alternativas, creando una fachada de normalidad mientras el problema persiste sin solución. Este tipo de encubrimiento demuestra que la prioridad no es la atención médica, sino la apariencia.
Lamentablemente, lo que sucede en el Hospital Materno de Camagüey no es un caso aislado. Instituciones médicas en toda la isla comunista enfrentan problemas similares: infraestructuras deterioradas, falta de higiene y negligencia administrativa. Las denuncias circulan constantemente en redes sociales, pero las autoridades parecen hacer oídos sordos, dejando que pacientes y trabajadores carguen con las consecuencias de un sistema que falla.
En resumen, el Hospital Materno de Camagüey se ha convertido en un ejemplo de cómo la salud pública en Cuba se enfrenta a una crisis silenciosa. Entre basura, insalubridad y encubrimientos, quienes deberían recibir atención y protección terminan expuestos al riesgo, mientras las autoridades miran hacia otro lado.
