Díaz-Canel llega a Guantánamo en un inmensa caravana de modernos autos mientras el pueblo sufre apagones y hambre tras paso de huracán Melissa

Redacción

El huracán Melissa dejó al oriente cubano en ruinas, con comunidades aisladas, viviendas derrumbadas y cultivos devastados, pero Miguel Díaz-Canel decidió recorrer la región al volante de una ostentosa caravana de autos modernos, sin que la tragedia del pueblo parezca afectarlo en lo más mínimo.

Tras evaluar los daños en Santiago de Cuba, Díaz-Canel se dirigió a Guantánamo acompañado por altos funcionarios, incluyendo a Roberto Morales Ojeda y varios ministros, mientras la población seguía enfrentando apagones, hambre y aislamiento. La cuenta oficial de la Presidencia mostró al mandatario dialogando con la secretaria del Partido Comunista, Beatriz Johnson Urrutia, quien aseguraba que “Santiago de Cuba se levanta e inicia las labores de recuperación”, sin mencionar la magnitud real del desastre.

Durante su recorrido por San Luis, Guamá y Contramaestre, el gobernante constató los estragos de los vientos y las lluvias. En localidades como Chivirico, viviendas y cultivos de plátano quedaron completamente destruidos, pero el discurso oficial se limitó a repetir la consigna: “¡Estamos con vida!”. Varias zonas, como Segundo Frente y Guamá, siguen inaccesibles por carretera, solo conectadas por vía aérea.

Mientras el régimen anunciaba medidas de emergencia, como habilitar guaguas para los tramos cortados y movilizar fuerzas constructivas, la realidad en Santiago de Cuba es que decenas de comunidades permanecen aisladas, sin comunicación ni servicios básicos.

En Guantánamo, la situación no es mejor. El diario oficial Venceremos reportó que Díaz-Canel visitó puntos críticos como la presa La Yaya, la Empresa Valvo, el Puente de Río Frío y zonas afectadas en Yateras y Manuel Tames. La crecida de la presa alcanzó 165 millones de metros cúbicos, vertiendo agua a razón de 200 metros cúbicos por segundo, un fenómeno que no se veía desde 2012. Esto provocó que el puente de Cabaña quedara cubierto y colapsara la fibra óptica, dejando incomunicada gran parte de la provincia.

El régimen afirma que la comunicación se ha restablecido parcialmente y que se trabaja en la reparación de los viales dañados, especialmente en Yateras, donde un deslizamiento mantiene aisladas a varias comunidades. Para garantizar el suministro eléctrico, se implementó un sistema aislado que abastece al hospital provincial y servicios esenciales, mientras se prevé incorporar cuatro parques solares. En viviendas afectadas o derrumbadas, la solución temporal planteada por el Gobierno incluye contenedores.

El sector agrícola sufrió graves pérdidas, principalmente en café, plátano y maíz. El primer secretario del Partido en Guantánamo, Yoel Pérez García, aseguró que se “aprovecharán las aguas para sembrar más arroz” y se “usará la madera de los árboles caídos”, mientras Díaz-Canel pedía “comprometer a los productores” para aumentar la producción de alimentos.

La gira oficial combina imágenes de cercanía y mensajes triunfalistas, sin reflejar la verdadera magnitud del sufrimiento del pueblo. En el oriente cubano, miles de familias continúan sin techo, sin energía y sin alimentos básicos, dependiendo más de la solidaridad comunitaria y del esfuerzo propio que de cualquier promesa vacía del Partido.

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