Tras las intensas lluvias provocadas por el huracán Melissa, Granma sigue enfrentando un panorama crítico. Una comisión del MINFAR, compuesta por el Jefe de Ingeniería de las FAR, el Jefe del Estado Mayor del Ejército Oriental y especialistas del INRH, sobrevoló las zonas más afectadas en helicóptero para evaluar los daños y coordinar acciones.
Según el reporte oficial, “la saturación de los suelos producto de las intensas precipitaciones y el vertimiento de los embalses de Santiago de Cuba y Holguín ha generado un escenario complejo en el territorio”. La inspección incluyó las presas de la región, que, según las autoridades, “no presentan fallas estructurales ni situaciones anormales, funcionando dentro de sus parámetros”.
Se confirmó además una disminución en los niveles del río Cauto, especialmente desde Cauto Cristo hasta Baraguá, aunque el riesgo persiste en zonas bajas del municipio Río Cauto, donde todavía hay familias atrapadas o aisladas por el agua. El MINFAR detalló que se definió un plan de acción para apoyar los rescates y garantizar la seguridad de los pobladores en riesgo.
Pero la realidad en tierra muestra otra cara: en redes sociales circulan imágenes y testimonios de barrios completamente inundados, calles intransitables y comunidades como Río Cauto, Cauto Embarcadero y Guamo aún bajo el agua. Medios locales y autoridades del Consejo de Defensa Municipal reportan que miles de personas han sido evacuadas, pero la emergencia no ha terminado.
Aunque el nivel del río comienza a descender, la situación sigue siendo delicada. El río Cauto, el más largo de Cuba, continúa desbordado en varias zonas, recordando la vulnerabilidad de Granma ante fenómenos naturales y la lentitud del Estado para responder ante desastres de gran magnitud.










