El Cobre, una comunidad que permanece abandonada a su suerte tras el paso del huracán Melissa

Redacción

Un video reciente desde El Cobre, Santiago de Cuba, muestra con crudeza la devastación que dejó el huracán Melissa: casas sin techo, árboles y tendidos eléctricos caídos, deslizamientos de tierra y viviendas completamente destruidas.

La comunidad permanece prácticamente “echada a su suerte”, denunció la activista Carolina Barrero, quien compartió el material y lanzó un llamado urgente: “No dejen solos a los afectados”. Según Barrero, “nada ni nadie de ese desgobierno ha ido a ayudar. Solo se pavonean con victorias inventadas, ajenas a la realidad”.

El periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso corroboró la magnitud del daño, describiendo a El Cobre como “el pueblo donde los vientos de Melissa quedaron atrapados e hicieron volar todo cuanto pudieron”, con una población golpeada material y espiritualmente. Las imágenes que circulan muestran vecinos intentando rescatar pertenencias entre barro y escombros, mientras estructuras enteras han colapsado.

Uno de los lugares más simbólicos afectados es el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, la casa espiritual de todos los cubanos, que sufrió daños severos en techos, vitrales y ventanas. En redes sociales, el usuario Óscar Parada Pérez reflejó el sentir colectivo: “La casa que todos visitamos, la casa que siempre está abierta, la casa de todos los cubanos, la casa de la Madre… está en ruinas”. A pesar de los daños, desde el propio santuario se organizan labores para contabilizar pérdidas y asistir a las familias más afectadas.

La madrugada del miércoles la situación se volvió crítica con lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra. Se reportó que 17 personas, incluyendo niños y adultos mayores, quedaron atrapadas tras el colapso de una ladera en la Loma del Cimarrón, zona además afectada por la crecida repentina del río local.

Equipos de rescate del Ministerio del Interior y la Defensa Civil trabajaron desde las primeras horas, pero el terreno anegado, los derrumbes y la interrupción de accesos dificultaron enormemente las operaciones.

El paso del huracán Melissa dejó inundaciones severas en toda Santiago de Cuba y daños estructurales de consideración. Según el Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET), las precipitaciones acumuladas en El Cobre superaron los 267 milímetros, mientras que en la costa de Guamá, donde el ciclón tocó tierra, las olas superaron los cuatro metros y los vientos de hasta 185 km/h destruyeron techos, arrastraron embarcaciones y aislaron comunidades enteras.

La tragedia en El Cobre evidencia no solo la fuerza del huracán, sino también la vulnerabilidad de las comunidades locales frente a desastres naturales y la falta de una respuesta efectiva del gobierno. En medio de la pérdida material y el impacto espiritual, los vecinos intentan reconstruir su vida mientras se multiplican los llamados a la solidaridad y a la ayuda urgente.

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