El hombre que se volvió símbolo de la resistencia cubana durante el paso del huracán Melissa ya tiene nombre. Se llama Duany Despaine, aunque en su barrio todos lo conocen como “Minguito”, y sí, está vivo. La imagen que lo muestra caminando con el agua al pecho mientras sostiene un televisor entre sus brazos dio la vuelta al mundo, pero también desató una ola de rumores y noticias falsas sobre su supuesto fallecimiento.
Durante días, muchos creyeron que “el hombre del televisor” había muerto tras perderlo todo. Sin embargo, la verdad salió a la luz gracias a Olia Muguercia, residente en Santiago de Cuba, quien usó sus redes sociales para desmentir las mentiras y confirmar que Minguito sobrevivió, aunque su casa quedó bajo el agua.
“Este hombre se llama Duany Despaine, más conocido como Minguito. Vive en Santiago de Cuba y la foto fue tomada en la carretera de la Refinería. Él está vivo, por favor compartan esto para que no crean las publicaciones que dicen que murió o que le donaron una casa”, aclaró Muguercia en Facebook, acompañando su mensaje con nuevas fotos del hombre.
Horas más tarde, la mujer volvió a publicar, esta vez con un tono más humano: “Aquí está Minguito, el hombre del TV. Gracias a Dios está bien. Lo perdió todo, incluso su teléfono, y su casa está llena de agua. Si alguien quiere ayudarlo, puede escribirme y yo le haré llegar lo que necesite”.
Según Olia, Minguito está vivo, pero en condiciones muy difíciles, sin recursos básicos y sin un techo seguro donde refugiarse. Su historia, más allá de la imagen viral, refleja la cruda realidad que viven miles de cubanos tras el paso del huracán Melissa.
Una foto que dijo más que mil discursos
La imagen, capturada por el fotógrafo Yamil Lage para la agencia AFP, muestra a un hombre enfrentando la corriente con un televisor viejo apretado contra el pecho. Una escena que resume perfectamente la desesperación y el valor del cubano común, ese que lucha por salvar lo poco que tiene mientras el Estado lo deja a su suerte.
En cuestión de horas, la foto se hizo viral y con ella comenzaron a circular versiones falsas que afirmaban que Minguito había muerto de un infarto, incapaz de soportar la pérdida de todos sus bienes. “Era una vil mentira”, denunció la activista Lara Crofs, criticando duramente a quienes “por unos likes anuncian muertes sin conciencia”.
Desinformación y silencio oficial
El caso de Minguito evidencia algo más profundo: la desinformación y la desesperanza que reinan en Cuba. En un país donde el régimen controla los medios y oculta el sufrimiento del pueblo, las redes sociales se han convertido en el único canal real para contar lo que pasa.
Mientras los noticieros oficiales se enfocan en mostrar “la rápida respuesta del gobierno”, la gente en la calle —como Minguito— intenta sobrevivir entre el agua, el lodo y el abandono. Su imagen, sencilla pero poderosa, quedará como un símbolo de esa Cuba que resiste sin ayuda, sin esperanza, pero con dignidad.







