El popular presentador e influencer cubano Alex Otaola lanzó una propuesta que ha dado mucho de qué hablar: que la ayuda humanitaria destinada a los damnificados del oriente cubano por el huracán Melissa sea canalizada directamente a través de la Base Naval de Guantánamo, bajo supervisión de militares estadounidenses.
Durante su programa Hola! Ota-Ola, Otaola explicó que esa sería la única vía segura y transparente para garantizar que los alimentos, medicinas y otros insumos lleguen realmente a las familias que lo han perdido todo. “Esa base está ahí mismo, en zona segura y controlada. Si de verdad quieren ayudar al pueblo, que la ayuda llegue desde Guantánamo y no por manos del régimen”, señaló.
El influencer cuestionó duramente la falta de transparencia del gobierno cubano, recordando que en múltiples ocasiones —tras huracanes y desastres naturales— la dictadura ha confiscado las donaciones internacionales y luego las ha revendido al propio pueblo necesitado.
“Permitir que los comunistas repartan la ayuda es como darle el dinero al ladrón para que reparta justicia”, ironizó Otaola, en alusión directa al control estatal sobre toda entrada de mercancía extranjera.
El activista cubanoamericano fue más allá y propuso una alternativa concreta: usar helicópteros de la base estadounidense para lanzar los cargamentos directamente al pueblo, como se ha hecho en zonas de guerra o crisis humanitarias. “Podrían hacerlo igual que en Gaza, lanzando cajas gigantes con comida y medicinas desde el aire, para que lleguen a quienes realmente lo necesitan”, explicó durante la transmisión por Cubanos por el Mundo.
Otaola subrayó que, tras el paso del huracán Melissa, las provincias orientales de Cuba siguen incomunicadas, sin luz, sin comida ni agua potable, y que la ayuda “solo tiene sentido si no pasa por las manos del Partido Comunista”.
Su comentario coincide con las recientes declaraciones del senador Marco Rubio, quien aseguró que Estados Unidos está dispuesto a enviar asistencia humanitaria inmediata a los cubanos afectados, pero sin intermediación del régimen.
En medio del silencio oficial y la censura mediática dentro de la isla, las palabras de Otaola reavivan el debate sobre cómo garantizar que la ayuda internacional llegue directamente al pueblo y no al bolsillo de los jerarcas del régimen, como tantas veces ha ocurrido en la historia reciente de Cuba.









