En Cuba, donde el tema de emigrar se ha vuelto casi una conversación diaria, un video publicado por una joven llamada @zol.arias ha tocado una fibra muy sensible. Con una mezcla de humor, cansancio y sinceridad brutal, la muchacha respondió a todos los que le preguntan por qué todavía no se ha ido de la isla: la respuesta, aunque simple, encierra una gran verdad.
“Gente, no me pregunten más por qué no me he ido de Cuba”, comienza diciendo. “Yo necesito tres cosas para irme: pasaporte, dinero y una visa. ¿Adivinen cuál de las tres tengo? El pasaporte. Todavía no tengo ni dinero ni visa. Cuando tenga esas dos, hablamos de para dónde me voy”.
Así, con esas palabras, Zol resumió lo que miles de cubanos sienten hoy: el deseo inmenso de salir, y la frustración de no poder hacerlo. Su video, grabado en lo que parece ser un apagón (un detalle que hace aún más simbólico el mensaje), muestra a una joven que no se queja, sino que describe con resignación una realidad que le toca vivir.
“Yo también me quiero ir de aquí”, dice con un tono que combina risa nerviosa y agotamiento. “No piensen que no quiero, lo que pasa es que no he podido”. Entre la oscuridad y el ruido de un vendedor ambulante que pasa por la calle, la escena se vuelve casi cinematográfica: una joven que habla desde la Cuba real, sin filtros ni discursos.
El clip rápidamente se volvió viral en TikTok y otras redes, acumulando cientos de comentarios. Muchos usuarios la apoyaron con mensajes llenos de empatía y esperanza: “Dios quiera que puedas salir pronto”, escribió alguien. Otro fue más directo: “Los que se tienen que ir son los que han hundido el país, no tú”.
Otros aprovecharon el video para hacer bromas o incluso propuestas de ayuda. Un usuario comentó: “Corazón, te llevo conmigo a Nicaragua”, a lo que una mujer respondió con ironía: “En ninguna parte del video dice que está buscando marido”. Otro comentario popular remató: “No necesita casarse para salir, necesita dinero”.
Más allá del humor, el video de Zol.arias abrió un debate sobre las dificultades que enfrentan los cubanos para emigrar legalmente. Los costos del pasaporte, las demoras para conseguir citas en los consulados y la reducción de países con libre visado hacen que salir del país se convierta en una misión casi imposible.
En los últimos años, el éxodo cubano ha alcanzado cifras históricas. Solo hacia Estados Unidos, más de 400 mil cubanos han llegado en los dos últimos años fiscales, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Miles más siguen varados en rutas peligrosas por Centroamérica, con la esperanza de alcanzar un futuro mejor.
El caso de Zol no es aislado: representa a una generación entera que creció soñando con irse, pero que se enfrenta a una realidad donde ni el dinero, ni los documentos, ni las oportunidades están al alcance.
Su video termina con una frase que muchos cubanos podrían firmar: “No me estresen, gente. Yo también me quiero ir de aquí”. Y sí, con un solo video, esta joven se convirtió en la voz cansada, sincera y esperanzada de una isla donde todos, de una forma u otra, sueñan con volar.










