Una vez más, la prensa oficial del régimen cubano intenta tapar con poesía lo que el pueblo ve con rabia y dolor. Este sábado, el periódico Granma publicó un artículo donde, entre líneas, parece justificar el abandono de un perro durante las evacuaciones en Río Cauto, Granma, tras el paso del huracán Melissa.
El texto, firmado por el periodista Ronald Suárez, asegura que “la prioridad es salvar personas”, y se adorna con frases rimbombantes como aquella de Bolívar: “si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella”. Sin embargo, la foto que acompaña el reportaje —el mismo lugar donde quedó el animal— dice mucho más que toda la retórica del oficialismo: un perro solo, cubierto de fango, mirando cómo se aleja el helicóptero que se llevó a su dueño.
El artículo menciona inundaciones, rescates en lanchas y helicópteros, y “operaciones heroicas”, pero evita por completo referirse al perro que fue dejado atrás, como si el sufrimiento animal no tuviera espacio en su narrativa “revolucionaria”.
Al final, Granma concluye con tono de consigna que “la prioridad está en salvar a la gente”. Pero para muchos cubanos, esa frase suena a excusa fría y calculada, otra muestra del desprecio oficial hacia la empatía y la sensibilidad.
La reacción no se hizo esperar. La organización Bienestar Animal Cuba (BAC-Habana) lanzó un llamado urgente en redes sociales exigiendo “fe de vida del perrito de Bayamo”, un gesto que se ha convertido en símbolo de resistencia y ternura en medio de la tragedia.
“Este no es un post más. Es el grito de un perrito que se quedó solo, mirando al cielo por donde se fue su amigo”, escribieron desde BAC, acompañando el mensaje con la imagen del animal que conmovió a todo el país.
BAC coordinó acciones con voluntarios en Granma para buscar al perro, ofreciendo cubrir todos los gastos de rescate, atención veterinaria y traslado. Pero también lanzaron una fuerte crítica a la cobertura oficial:
“¿Por qué los medios del régimen convierten el abandono de un animal en poesía?”, denunciaron en sus redes.
La organización convocó a una campaña digital masiva: llenar Facebook, Instagram y todas las redes con la imagen del perrito, transformándolo en símbolo de lealtad y dolor silenciado. “Queremos que cada perfil lleve su rostro y su clamor: exigimos fe de vida del perrito de Bayamo”, pidieron en su mensaje viral.
Todo comenzó con una publicación de CMKX Radio Bayamo, otro medio controlado por el Partido Comunista. Bajo el título “El dolor de la partida”, mostraron al animal entre el barro, mirando hacia el helicóptero que evacuaba a su familia.
En tono casi literario, el texto relataba: “Nadie sabía su nombre, pero no hizo falta. Lo vimos levantar el hocico y aullar con una mezcla de dolor y resignación”.
Lo que el medio pretendía como un homenaje poético terminó siendo una vergonzosa exposición del abandono y la indiferencia del sistema, que intenta romantizar lo que a todas luces es una crueldad.
Las redes sociales cubanas estallaron con indignación. Miles de usuarios denunciaron que el régimen, una vez más, usa la narrativa heroica para justificar la deshumanización, incluso cuando se trata de un animal indefenso.
Hoy, el perro de Bayamo no solo representa el abandono de un ser vivo, sino el reflejo de un país entero dejado atrás por un Estado sin compasión. Mientras el Gobierno intenta maquillar la realidad con frases heroicas, el pueblo vuelve a demostrar que su corazón —y su sentido de justicia— siguen latiendo por encima del miedo y la censura.







