El amanecer del 31 de octubre dejó a muchos en Ciego de Ávila con la boca abierta. Una de las joyerías más conocidas de la ciudad, Leandro & Mijaíl Joyería SRL, fue completamente saqueada en un robo que parece sacado de una película de acción. Los dueños, devastados, contaron en redes sociales cómo en cuestión de minutos los ladrones se llevaron años de sacrificio, esfuerzo y trabajo.
Según la denuncia publicada en Facebook, el asalto no fue un golpe improvisado. Todo apunta a una planificación minuciosa: los delincuentes abrieron un hueco en la pared, desactivaron la alarma con precisión quirúrgica y, en apenas quince minutos, vaciaron las vitrinas de joyas. Un trabajo tan rápido y limpio que cualquiera pensaría que tenían información interna sobre cómo operaba el local.
Los propietarios compartieron fragmentos de los videos de seguridad, y las imágenes no dejan lugar a dudas: los asaltantes sabían perfectamente lo que hacían. Entraron con el rostro cubierto, usaron medias en las manos y pies para no dejar huellas y cubrieron sus cabezas con capuchas. “Se nota que no era la primera vez que hacían algo así”, comentó uno de los socios en un video que se volvió viral.
El ataque ocurrió en plena madrugada, cuando el área estaba totalmente vacía. Los ladrones no solo lograron abrir la pared lateral, sino que entraron por una escalera interna sin provocar ruido alguno. Además, cortaron la alarma sin que nadie en las cercanías se diera cuenta. Cuando los dueños llegaron al amanecer, encontraron un panorama desolador: vitrinas vacías, la pared rota y todo el trabajo de años desaparecido en un instante.
“Fue un golpe muy duro. Todo nuestro sacrificio se lo llevaron en cuestión de minutos”, lamentó el propietario con evidente frustración. Las redes se llenaron rápidamente de mensajes de apoyo y solidaridad hacia los emprendedores, mientras muchos exigían una respuesta rápida de las autoridades.
La Policía Nacional Revolucionaria ya está investigando el caso. Según el testimonio del propio empresario, hay dos personas que podrían estar vinculadas al robo, aunque aún no hay confirmación oficial ni se ha informado si se han recuperado las joyas robadas.
Este suceso vuelve a poner sobre la mesa un tema preocupante: la vulnerabilidad de los negocios privados en Cuba. Sin acceso a tecnología de seguridad avanzada ni a una respuesta policial eficiente, muchos emprendedores sienten que están completamente expuestos ante la delincuencia.
Aun así, los dueños de la joyería no pierden la fe. Han asegurado que, pese al duro golpe económico y emocional, están decididos a levantarse otra vez. “Dios tiene propósitos. Si nos quitó, es porque nos va a dar más”, dijo uno de ellos con esperanza.
Mientras tanto, cientos de cubanos comparten los videos del robo en redes, pidiendo colaboración para identificar a los responsables por su físico o manera de caminar. Una cosa está clara: el pueblo avileño no descansará hasta que se haga justicia y esta joyería, símbolo del trabajo honrado, vuelva a brillar.
