La frase “El bloqueo es adentro, no es afuera” se ha vuelto viral en las redes cubanas. La dijo una guantanamera, harta de la miseria y la indiferencia, frente a un dirigente local que apenas atinó a mirarla con desdén. La escena fue captada en video y difundida por el periodista Mario Vallejo, quien identificó el hecho como parte de las protestas ocurridas en el reparto Ho Chi Minh, en la ciudad de Guantánamo. Y aunque la manifestación se disolvió sin violencia, el mensaje quedó claro: el pueblo ya no aguanta más excusas.
El pasado viernes, un grupo de vecinos salió a las calles gritando por agua, electricidad y comida, los tres elementos que en Cuba parecen cada vez más un lujo. Según testigos, la protesta reunió a más de un centenar de personas que se plantaron frente a funcionarios locales para exigir “respuestas concretas” tras los destrozos que dejó el huracán Melissa. Durante días, la zona había permanecido a oscuras y sin agua potable, mientras los almacenes estatales seguían vacíos y las autoridades brillaban por su ausencia.
Los testimonios recogidos por Martí Noticias y el periodista José Raúl Gallegos reflejan un panorama de abandono absoluto. “Estamos desesperados. No tenemos luz, no tenemos agua, y nadie nos da respuesta. Aquí hay niños y ancianos que no pueden seguir así”, contó una vecina bajo anonimato. Su relato resume el sentir de muchos: cansancio, impotencia y una sensación de estar completamente solos ante el desastre.
Durante la protesta, los gritos fueron directos y sin filtros. “Esto es una dictadura, lo sabe el mundo entero”, “No somos perros, somos personas”, “Hasta cuándo el abuso”, se escuchaba entre la multitud. Algunos denunciaron incluso que las donaciones internacionales destinadas a los damnificados nunca llegaron al pueblo, o peor aún, que “se las quieren coger los de arriba”.










