La noticia del fallecimiento de Daikel Gé Arias, un joven boxeador cubano de Guantánamo, ha sacudido las redes sociales y dejado un profundo dolor entre quienes lo conocieron dentro y fuera del ring. La tragedia no solo deja en silencio los guantes de una promesa del deporte, sino que también reaviva un debate que duele: el colapso del sistema de salud en Cuba.
Las primeras publicaciones sobre su muerte aparecieron en Facebook, compartidas por amigos, entrenadores y personas vinculadas al deporte guantanamero. Sin embargo, hasta el momento, ninguna autoridad del INDER ni del Ministerio de Salud Pública ha ofrecido información oficial sobre las causas del fallecimiento, lo que ha generado más preguntas que respuestas.
Entre las versiones que circulan, una de las más difundidas proviene de la usuaria Irma Lidia Broek, quien aseguró que Daikel habría muerto por un paro cardíaco asociado a un virus que estaría afectando a varias provincias orientales. “Guantánamo se viste de luto”, escribió, describiendo al joven como “un talento prometedor que escaló la pirámide del alto rendimiento en la división de los 57 kg”.
Pero poco después, la misma fuente cambió su versión, apuntando directamente a las carencias del sistema sanitario cubano. “El joven boxeador no murió por el virus: lo mató el comunismo”, escribió en un mensaje que rápidamente se viralizó. “Lo mató la falta de insumos y medicamentos en los hospitales. El virus no mata si se detecta a tiempo, pero en Cuba ni siquiera hay reactivos para diagnosticar la enfermedad”. Sus palabras reflejan una indignación compartida por muchos cubanos, hartos de ver cómo la escasez cobra vidas silenciosamente.
Otro usuario, Leandro Peña Gutiérrez, también expresó su pesar al confirmar que Daikel sufrió un paro respiratorio inesperado. “Se nos fue un joven lleno de sueños y potencial. Deja un vacío inmenso en su familia, un niño pequeño y un recuerdo imborrable entre quienes lo admirábamos por su nobleza y valores”, escribió.
La página Boxeo Knockout, dedicada al seguimiento de atletas cubanos, también lamentó la pérdida, recordándolo como “un talento de Guantánamo que nos deja a sus apenas 24 años”. En un emotivo mensaje añadieron: “Hoy el cielo del boxeo cubano se nubla con tristeza. Nuestro compromiso será honrar su memoria llevando siempre en alto su espíritu. ¡Gloria eterna!”.
Aunque las versiones varían —algunos hablan de un paro respiratorio, otros de un virus—, lo cierto es que el silencio oficial resulta tan doloroso como la noticia misma. En un país donde los hospitales carecen de lo básico y las promesas deportivas muchas veces se estrellan contra la realidad, la muerte de Daikel Gé Arias no solo es una pérdida para el boxeo, sino también un reflejo de la crisis sanitaria y humana que golpea a Cuba.
Este caso, todavía sin esclarecer, deja una pregunta que retumba más fuerte que cualquier golpe en el cuadrilátero: ¿cuántas vidas más se apagarán antes de que el sistema reaccione?










