Cubanos se unen por el oriente: la hermosa ola solidaria que nació tras el huracán Melissa

Redacción

En tiempos difíciles, la solidaridad cubana vuelve a brillar con fuerza. Esta vez, la protagonista es la iniciativa Huellas, un proyecto social que no se quedó de brazos cruzados ante la devastación que dejó el huracán Melissa en el oriente de Cuba. Su líder, Johanna Jolá, lanzó una campaña de recolección de donaciones desde La Habana que ha movilizado a decenas de personas dispuestas a ayudar a quienes lo perdieron todo.

Todo comenzó el 31 de octubre, cuando Johanna publicó en su página de Facebook un llamado urgente. En su mensaje, contaba que vecinos del oriente del país habían contactado a Huellas para pedir apoyo tras el paso del ciclón, que dejó a miles de familias sin techo y sin pertenencias. “Si desea hacer que su aporte cuente, contáctenos al +53 55057111”, escribió, acompañando sus palabras con una imagen llena de esperanza y compromiso.

Y la respuesta no se hizo esperar. En cuestión de horas, la publicación se llenó de comentarios, mensajes privados y ofrecimientos de ayuda. Este lunes, Jolá volvió a actualizar la situación en redes, anunciando que “la ola solidaria sigue creciendo” en el Casino Deportivo, donde voluntarios y familias enteras se han unido a la causa. “Es hermoso cuando llegan nuestros niños con su mágica inocencia, demostrando que un mundo mejor es posible”, compartió emocionada.

La campaña está recibiendo artículos de aseo, ropa, calzado, frazadas, materiales escolares, juguetes, alimentos enlatados y medicamentos. Todo lo recaudado será entregado directamente en mano a las familias damnificadas, sin pasar por intermediarios. “Huellas irá personalmente a la región oriental. Ese es nuestro compromiso. La solidaridad no puede ser bloqueada”, aseguró Johanna.

Esta no es la primera vez que el grupo Huellas demuestra su compromiso con los más necesitados. En ocasiones anteriores, también respondieron tras el paso del huracán Óscar, llevando esperanza y ayuda concreta a las zonas más golpeadas del país.

Y no solo desde Cuba llega el apoyo. En Miami, la comunidad cubana también se ha movilizado, organizando puntos de recolección y enviando alimentos, medicinas y productos básicos a los afectados. Mientras tanto, dentro de la isla, múltiples campañas espontáneas de ayuda ciudadana han surgido en redes sociales, mostrando que la empatía puede más que cualquier adversidad.

Incluso la Iglesia Metodista se ha sumado, brindando asistencia material y espiritual en los territorios más dañados. Desde colchones y alimentos hasta acompañamiento emocional, su labor ha sido clave para sostener a quienes enfrentan la pérdida total.

En medio del dolor, la historia de Huellas y de todas las personas que se han unido a su causa demuestra algo muy simple, pero poderoso: cuando los cubanos se unen, no hay huracán que pueda con ellos.

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