La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, mejor conocida como ETECSA, presentó esta semana unos nuevos paquetes de llamadas y mensajes a través de Transfermóvil, supuestamente para “dar más opciones” a los usuarios. Pero la reacción del público fue inmediata y clara: los cubanos no piden más minutos ni SMS, quieren megas para conectarse a internet sin que les saque un ojo de la cara.
Los planes incluyen 80 minutos por 480 pesos cubanos y 120 minutos por 690, además de un paquete de 200 SMS por 90 CUP, con pago posible desde la tarjeta bancaria o el monedero MiTransfer. Según el comunicado oficial, la idea es “brindar alternativas accesibles para que la población mantenga la comunicación”. Sin embargo, en redes sociales y hasta en el propio portal de ETECSA, los usuarios no pudieron ser más claros.
“Lo importante es que piensen en los megas”, escribió David Alejandro, mientras que otro usuario, Norge, lamentó que la disponibilidad de datos es lo que más se necesita y lo que menos se tiene.
“Se paga mucho por un servicio muy malo”
La frustración con ETECSA no es nada nuevo. A comienzos de año, la empresa estatal se volvió el blanco de críticas masivas por subir tarifas y dolarizar parte de sus servicios. La situación evidencia lo que ya todos saben: un monopolio estatal que cobra caro y entrega poco. En Cuba, una hora de internet puede costar más que un día de salario, y los cortes de llamadas, desaparición de saldo y fallos constantes son parte de la rutina diaria.
Eriolvis Castañeda Frómeta, desde Holguín, lo resumió perfecto: “Todo el dinero va a parar a la construcción de hoteles o a los bolsillos de los dirigentes. El Gobierno se queda con las ganancias, mientras el servicio sigue siendo pésimo”. La situación es tan grave que, en la última sesión de la Asamblea Nacional, el primer ministro Manuel Marrero Cruz reconoció que ETECSA recaudaba unos 540.000 dólares diarios, pese a las constantes quejas por la mala conectividad.
Errores técnicos y saldos desaparecidos
A mitad de año, muchos clientes denunciaron que sus paquetes de datos y minutos desaparecían sin explicación. Una empleada de ETECSA confirmó bajo anonimato que se trató de fallos en el empaquetado de los servicios, pero nadie recibió compensación.
“El error fue técnico, pero lo verdaderamente injusto es que los clientes no recibieran resarcimiento. En ese sentido, se sienten estafados y con razón”, admitió la fuente. Aunque la empresa asegura que corrigió el problema, la desconfianza sigue siendo gigante, y muchos creen que estas fallas son intencionales para “recoger un dinerito extra”.
Tecnología obsoleta y apagones constantes
Los trabajadores de ETECSA reconocen que la infraestructura sigue siendo la misma de hace siete años, cuando comenzaron a ofrecer datos móviles. Más de la mitad de las radiobases y antenas no tienen respaldo energético, lo que deja sin señal o internet a miles de usuarios durante los frecuentes apagones. Solo Matanzas ha logrado equipar sus instalaciones con plantas eléctricas.
En las zonas rurales la precariedad es aún más dramática. Desde Menocal, en Mayabeque, Eduardo Rosales Sosa contó que “a veces la conexión depende del viento”. Si sopla del norte, quizás logres hacer una llamada rápida, pero conectarte a internet es un lujo: hay que subir al techo o caminar kilómetros buscando señal.
ETECSA promete “flexibilidad” y “mejores opciones”, pero para los cubanos la realidad es otra: el monopolio cobra caro, entrega poco y mantiene a la población atrapada en un servicio obsoleto y caro, mientras los dirigentes se llenan los bolsillos.










