El opositor cubano José Daniel Ferrer fue recibido este miércoles en Washington por el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien expresó su admiración por la valentía y la resistencia del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) frente al régimen cubano.
Según un comunicado oficial del Departamento de Estado, Rubio destacó “la fortaleza, el coraje y la resiliencia de Ferrer ante la opresión del régimen cubano, las amenazas contra su vida y el trato inhumano hacia él y su familia”.
Durante el encuentro, Ferrer describió la dramática situación que vive la población del oriente cubano tras el paso del huracán Melissa, y pidió que la ayuda humanitaria de Estados Unidos sea entregada directamente a la Iglesia católica, evitando las manos del régimen, que —según denunció— “politiza y manipula la asistencia según sus intereses”.
Rubio reafirmó el compromiso de Washington con el pueblo cubano en su lucha por la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos. Aseguró que el gobierno estadounidense continuará presionando para que el régimen cubano rinda cuentas por sus violaciones sistemáticas.
El secretario también reconoció la trayectoria de Ferrer y de otros activistas prodemocráticos, a quienes calificó como “figuras esenciales en el movimiento de libertad dentro y fuera de la isla”.
Como parte de su visita, Ferrer también sostuvo un encuentro con el congresista Mario Díaz-Balart, quien reunió en su oficina a varios ex presos políticos cubanos, entre ellos Ana Lázara Rodríguez, Ángel de Fana, Maritza Lugo y el rapero El Funky.
Díaz-Balart compartió fotos del encuentro en su cuenta de X, donde escribió: “Me reuní con los expresos políticos cubanos Ana Lázara Rodríguez, Ángel de Fana, José Daniel Ferrer, Maritza Lugo y El Funky, quienes compartieron con valentía sus historias de persecución, encarcelamiento y resistencia bajo el brutal y asesino régimen en Cuba”.
El congresista recordó que más de 1.100 presos políticos permanecen encarcelados injustamente en la isla, y llamó a la comunidad internacional a no guardar silencio ante la represión del régimen, sino a mantenerse firmes en la solidaridad con el pueblo cubano que sigue exigiendo libertad.










