La abogada y presentadora María Victoria Gil Fernández, hermana del exministro cubano de Economía Alejandro Gil Fernández, se mostró escéptica sobre los cargos de espionaje que pesan contra su hermano, en una entrevista exclusiva con CiberCuba.
“No le veo ni siquiera carácter para eso”, aseguró Gil. “Para ser espía hay que ser muy ladino, y mi hermano es una persona muy noble. Yo tengo más carácter para ser espía que él”. Según María Victoria, la acusación de espionaje no concuerda con la personalidad de Alejandro Gil, quien desde el 7 de marzo de 2024 se encuentra detenido en una cárcel de máxima seguridad, tras su destitución como ministro el 2 de febrero del mismo año.
La hermana explicó que no ha tenido contacto directo con él desde la detención y que solo se mantiene informada a través de su sobrina. “Me imagino que estuvo en su casa hasta que lo detuvieron. Yo perdí todo tipo de contacto con mi familia… quizás por miedo también, porque tú sabes que en Cuba se vive con miedo”, declaró.
María Victoria aseguró además que no tiene idea de quién podría haber sido un eventual cómplice, y que la relación con su hermano había sido escasa en los últimos años, reforzando la sensación de silencio familiar absoluto desde su detención.
Juicio y secretismo
El exministro Alejandro Gil Fernández enfrenta acusaciones de espionaje, malversación, cohecho, evasión fiscal, lavado de activos y falsificación de documentos públicos, con una petición fiscal de cadena perpetua presentada por la Fiscalía ante el Tribunal Supremo Popular el 31 de octubre de 2025.
El proceso ha estado marcado por el secretismo oficial, lo que ha motivado las declaraciones de sus familiares. Su hija, Laura María Gil González, ha exigido transparencia y un juicio público, insistiendo en que su padre “no reconocerá ningún delito que no le sea debidamente probado” y denunciando ataques personales.
Por su parte, María Victoria expresó preocupación por el estado físico y emocional de Alejandro Gil: “Ha bajado 50 libras y ha perdido todo el cabello en un año. Solo podemos verlo cada 15 días, durante 15 minutos”.
Además, reveló que sus cuentas bancarias en España fueron investigadas por blanqueo de capitales, aunque el procedimiento concluyó sin objeciones.
A pesar de cuestionar la acusación de espionaje, la abogada reconoció los errores económicos de su hermano y señaló que “no pueden ser sus verdugos sus colaboradores”, en referencia a un juicio que se celebrará a puertas cerradas.
El caso se desarrolla en un contexto de creciente crisis económica y social en Cuba, mientras el régimen impulsa la campaña oficial #CeroImpunidad para mostrar tolerancia cero frente a la corrupción, en medio de un descontento popular cada vez más evidente.
