En medio del desastre que dejó el huracán Melissa en el oriente del país, la empresa estatal Cervecería Bucanero S.A. anunció con bombos y platillos que donó 5,760 cajas de malta Perla Negra, valoradas —según sus propias cuentas— en más de tres millones de pesos.
El envío, que equivale a 40 parles de malta, será repartido entre Las Tunas, Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Guantánamo, según detalló la compañía en su página de Facebook. Allí explicaron que el cargamento “solidario” irá a centros de evacuación, hospitales y hogares de ancianos, con la coordinación de la Sucursal de Ventas Oriente y la CTC provincial.
Las fotos del anuncio muestran la carga perfectamente embalada y lista para repartir, mientras miles de familias siguen esperando alimentos básicos, agua potable y materiales de construcción tras el paso del ciclón. En redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar: muchos calificaron el gesto de “propaganda barata” en un momento donde la población necesita comida real, no bebidas azucaradas.
“¿Y el arroz, los frijoles, el aceite? ¿Con malta se reconstruyen las casas?”, preguntó un usuario en tono irónico. Otros recordaron que Bucanero, lejos de ser una empresa próspera, vende en divisas y apenas abastece el mercado nacional, por lo que la donación suena más a un intento de lavar imagen que a verdadera ayuda.
El aporte llega además en medio de una crisis económica brutal y un desabastecimiento generalizado, profundizado por el impacto del huracán Melissa, que arrasó viviendas, destruyó cosechas y dejó a miles de cubanos en la miseria.
Mientras tanto, el régimen presume de solidaridad y organización, pero sigue sin ofrecer soluciones concretas para los damnificados, que en muchos casos no han recibido ni un saco de arroz ni una teja para cubrir el techo perdido.
Porque en Cuba, ya es costumbre: cuando la gente necesita pan, el gobierno reparte malta y discursos.







