En otro intento de desconectarse por completo de la realidad cubana, Miguel Díaz-Canel celebró este viernes el aniversario 108 de la Revolución de Octubre en Rusia, con un mensaje cargado de retórica comunista que provocó una ola de burlas y rechazo entre los cubanos, hartos del hambre, los apagones y el caos diario.
Desde su cuenta de X (antes Twitter), el mandatario escribió que “los comunistas y todos los que militamos en el bando de los revolucionarios, los inconformes, los que luchan todos los días por el mundo mejor posible que solo el socialismo puede crear” celebraban la fecha “con emocionado respeto”. El mensaje venía adornado con la vieja consigna soviética: “¡Arriba los pobres del mundo!”
Pero el pueblo, cansado de discursos vacíos, no se lo dejó pasar. Las respuestas llegaron de inmediato, rebosadas de sarcasmo y rabia. “Claro, los aman tanto que hacen todo lo posible para que haya más pobres”, escribió un usuario. Otro, más directo, resumió el sentir general: “Celebran un fracaso estrepitoso. Con razón el país está como está”.
En los comentarios, los cubanos no se guardaron nada. “No hay luz, no hay comida, no hay combustible… y este hombre hablando de socialismo”, respondió un internauta, mientras otro recordaba los lujos de los jerarcas del régimen: “Ellos viajan en camionetas lujosas y usan Rolex mientras el pueblo hace colas por un pan”.
La publicación, lejos de inspirar apoyo, terminó convirtiéndose en un retrato del profundo rechazo popular hacia un liderazgo cada vez más sordo ante la miseria del país. “Así como tienen a Cuba, quieren tener al mundo: hecho ruinas, mientras ellos se llenan los bolsillos”, escribió otra usuaria indignada.
La desconexión del “poeta del desastre”
La ironía del momento no pasó desapercibida: un día antes, Díaz-Canel había vuelto a ponerse poético, comparando a los cubanos con “palmas resistentes que se mantienen en pie” frente a los vientos del huracán Melissa. El discurso, difundido por CiberCuba Noticias, generó otra avalancha de comentarios sarcásticos.
“Poeta del desastre”, “Resistentes no, cansados” y “Habla de unidad, pero el país está roto”, fueron algunas de las respuestas más compartidas. Otros usuarios recordaron sus promesas huecas: “Siempre dice que nadie quedará abandonado, y después no aparece la ayuda por ningún lado”.
La frustración del pueblo cubano se refleja en cada palabra: no quieren metáforas, quieren soluciones. Mientras el régimen insiste en vender resistencia, la realidad golpea con apagones interminables, escasez de alimentos y un sistema sanitario al borde del colapso.
“Los principios no se comen”
Días antes, durante otro acto en el Palacio de la Revolución por los 20 años del “No al ALCA”, el gobernante volvió a su guion habitual: “Los principios no son negociables, y la dignidad de los pueblos puede más que todas las armas del imperio más poderoso de la historia”.
La respuesta del pueblo fue demoledora. “Dos libras de arroz en tres meses, ¿esa es la dignidad que hablas?”, le reprochó un usuario. Otro ironizó: “¿Para qué sirve tanto discurso si no hay ni un proyecto económico que funcione? Solo sirven para hablar basura del vecino próspero”.
El rechazo fue tan contundente como cotidiano: “El títere ya da asco. Cuba se te está hundiendo, Canel. Dile a la Machi que recoja los zapatitos y se vayan con Putin”, escribió un forista. Y una internauta cerró con una frase que ya se repite en toda la isla: “Los principios no se comen ni se toman. La gente no quiere resistir, quiere vivir con dignidad.”










