El Ballet Nacional de Cuba (BNC) anunció la suspensión de las funciones previstas para el 8 y 9 de noviembre debido a que varios de sus bailarines se encuentran enfermos por el repunte de arbovirosis que afecta a la isla. La compañía intentó reorganizar programas y elencos, como hizo el 7 de noviembre, pero la “indisposición imprevista de otros artistas” obligó finalmente a cancelar las presentaciones.
El BNC ofreció disculpas al público y precisó que la devolución del importe de las entradas se realizará en la taquilla del teatro entre el 8 y el 12 de noviembre. La noticia ha generado reacciones entre los seguidores, quienes expresaron preocupación por el impacto del brote en el ejercicio profesional y en la cultura cubana.
El aumento de casos de dengue, chikungunya y otras enfermedades transmitidas por mosquitos ha afectado a diversas provincias, repercutiendo en centros laborales, educativos y culturales. En La Habana, especialistas del Minsap reconocen una situación crítica, especialmente en municipios como Marianao, uno de los más afectados.
Vecinos denuncian que la fumigación es irregular y los focos de mosquitos persisten, agravados por la acumulación de basura, la escasez de agua potable y la deficiente gestión de desechos. Montañas de basura en las calles incrementan los riesgos sanitarios, y las autoridades locales no han logrado implementar soluciones sostenibles.
Otras provincias también reportan cifras alarmantes. En Camagüey, el incremento de casos ha sido calificado como “exponencial”, concentrándose en municipios como Florida y Carlos Manuel de Céspedes, mientras que en Sancti Spíritus el chikungunya y el dengue siguen creciendo de forma preocupante, según reconoció el periódico oficial Granma.










