La termoeléctrica Guiteras vuelve a salir del Sistema Eléctrico Nacional y deja a Cuba otra vez al borde del apagón total

Redacción

En plena crisis energética, la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas, volvió a quedar fuera del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) durante la madrugada de este sábado, exactamente a las 2:30 a.m., según informaron fuentes oficiales. Esta vez, el motivo fue un “mantenimiento ligero”, aunque para los cubanos el resultado es el mismo: más apagones y menos esperanza.

Las autoridades aseguraron que el proceso durará alrededor de cuatro días, y que durante ese tiempo se ejecutarán más de 500 acciones correctivas. El director general de la planta, Rubén Campos Olmo, explicó a la prensa estatal que se trabajará en la reparación de fallos en los tubos del recalentador de alta temperatura (RAT), principal causa del sobreconsumo de agua, además de la limpieza del condensador, el lavado de los calentadores de aire regenerativo y el recambio de unas 40 válvulas.

El operativo está a cargo de un centenar de trabajadores de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas (EMCE), movilizados desde varias provincias.

Un mantenimiento que no da tregua

Apenas un día antes, el propio Ministerio de Energía había afirmado que el mantenimiento se pospondría por al menos 48 horas, ante el temor de dejar al país en una situación crítica de generación. Sin embargo, el régimen decidió seguir adelante, sacrificando otra vez la estabilidad del sistema eléctrico, ya de por sí al borde del colapso.

En los últimos meses, la Guiteras ha pasado más tiempo parada que funcionando. Las averías, salideros y paradas imprevistas se han vuelto rutina, evidenciando el estado de deterioro estructural de una central que ya supera los 35 años de explotación.

El gobierno asegura que los trabajos buscan “prevenir daños mayores”, pero los cubanos saben bien lo que eso significa: más cortes eléctricos, más noches sin corriente y más promesas incumplidas.

El símbolo del desastre energético cubano

Cada vez que la Guiteras cae, el país entero tiembla. Es la planta más potente de Cuba y una de las pocas que aún sostiene el frágil sistema energético nacional. Su salida obliga a redistribuir la carga entre unidades viejas y obsoletas, provocando apagones generalizados en todo el territorio.

Los expertos coinciden en que el problema no es solo técnico, sino político. La falta de inversión, el uso de tecnología obsoleta y la corrupción dentro del sector energético han llevado a una crisis estructural sin salida visible.

Mientras el régimen sigue hablando de “resistencia” y “esfuerzos heroicos”, los cubanos, una vez más, se preparan para otra larga tanda de apagones. Y en los barrios, entre velas y mosquitos, ya nadie se cree el cuento del “mantenimiento ligero”.

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