Policías lanzan gas pimienta contra madres y niños en una cola por salchichas en Santiago de Cuba

Redacción

La desesperación por conseguir comida en Santiago de Cuba terminó en caos y violencia este viernes, cuando agentes de la Policía lanzaron gas pimienta contra una multitud que se aglomeraba para comprar salchichas en el reparto El Salao, en el área de Micro 3.

Según denunció el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, la tienda había sido designada como único punto de venta para todo el reparto, lo que provocó que centenares de personas acudieran al lugar en medio de la escasez alimentaria y el brote de enfermedades como el dengue y el chikungunya.

“Había niños pequeños, mujeres embarazadas, gente llorando. En vez de organizar, lo que hicieron fue echar spray y fajarse con la gente”, contó una vecina que presenció el caos.

En videos y testimonios compartidos en redes sociales, se escucha a madres gritando mientras intentan escapar del humo. Varias estuvieron a punto de desmayarse, y los menores tosían y lloraban sin poder respirar, según relataron los testigos.

Indignación y descontrol

Los residentes culpan directamente a las autoridades locales por el desorden. “¿Cómo van a vender un producto tan demandado en un solo punto para todo un reparto? Eso demuestra la incapacidad de planificación que tenemos”, se quejó un vecino del área.

La figura de Maritza, presidenta del consejo del barrio, fue duramente criticada por su ausencia durante el incidente. “Siempre hay un rejuego con esto, y cuando pasa algo, nadie da la cara”, denunció una residente.

El ambiente se caldeó aún más cuando comenzaron a circular denuncias de corrupción y reventa. Algunos vecinos aseguran que los paquetes de salchichas se revendían fuera de la tienda hasta en 250 pesos, mientras otros acusaron a trabajadores sociales de desviar donaciones destinadas a los damnificados del huracán Melissa.

“Empezaron vendiendo seis paquetes por persona y luego dijeron que era por núcleo. Y los niños menores de 18 no tenían derecho. ¿Acaso los niños no comen?”, criticó una usuaria en redes sociales.

Colas, hambre y represión

La cola por las salchichas llevaba tres días de enfrentamientos, empujones y desmayos, según contó Luis Ricardo Llanes, testigo del suceso. “La policía no controla nada, solo reacciona cuando ya todo está fuera de control”, lamentó.

El episodio se suma a una larga lista de situaciones caóticas que viven los santiagueros tras el paso del huracán Melissa, en medio de una crisis alimentaria y sanitaria que el régimen no ha sabido manejar.

Mientras las autoridades hablan de “recuperación y solidaridad”, la realidad es otra: hambre, colas infinitas y ausencia estatal. Hace apenas unos días, vecinos denunciaron que el picadillo entregado a los niños en la canasta familiar estaba en mal estado, y durante un recorrido de Miguel Díaz-Canel por El Cobre, un joven lo enfrentó directamente por el abandono a los damnificados.

En paralelo, el medio oficialista Héroes del Moncada informó sobre el arresto de dos hombres que supuestamente intentaban saquear tiendas en el Distrito José Martí, aprovechando los destrozos del huracán. Sin embargo, la represión contra la población desesperada por alimentos sigue siendo la respuesta más visible del régimen ante la crisis.

Santiago de Cuba vive hoy una tormenta que va mucho más allá de Melissa: la del hambre, la indignación y la impotencia de un pueblo que solo pide sobrevivir.

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