De médico a rey de la espuma: el cubano que abandonó la bata y ahora limpia autos como arte

Redacción

Cada día aparece un cubano que sorprende a medio internet, pero lo que hizo @Aserecar se llevó la corona esta semana. El muchacho, que antes era médico, decidió cambiar las batas blancas por cubetas de espuma, y la jugada le salió tan bien que ahora está explotando en Instagram con su negocio de limpieza y detallado de autos. Lo que más engancha no es solo su técnica, sino la vibra con la que trabaja: humor, orgullo y un cariño por los carros que hasta el dueño del vehículo termina contagiándose.

En su video más reciente, que ya está rodando por todas las redes, muestra cómo deja un Kia Picanto más brillante que cumpleaños de quinceañera. Todo arranca con una conversación medio cómica que tuvo con su mejor amigo. “No hermano, tú no lo vas a entender y yo tampoco te lo voy a explicar. No me voy a desgastar contigo que tengo bastante trabajo”, suelta mientras empieza a darle candela a la manguera. Esa frase sola ya atrapó a miles, porque suena a alguien que está justo donde quiere estar.

A partir de ahí, el joven se mete en modo profesor y explica cada paso del proceso, pero con ese toque suyo que lo hace entretenido. Que si primero las llantas, luego el prelavado con espuma, seguido de la descontaminación porque el carro venía con “marcas de agua, manchitas de chapapote y hasta bichos pegados en el frente”. Uno lo escucha hablar así y de pronto lavar un carro parece ciencia pura. Y ya cuando llega el abrillantado, la cosa se pone poética: promete dejar el Picanto “como un verdadero zafiro”.

Pero la joya del video llega cuando muestra el resultado final. Ahí es cuando suelta la frase que todo el mundo está reposteando: “El dueño cuando vio su Kia me dijo que quería meterlo en una caja de cristal y guardarlo en su cuarto”. Pero lo mejor viene después, cuando él mismo le responde entre risas: “Harías lo mismo que hice yo con mi título de médico. Cambié a los pacientes por autos, pero aquí seguimos, alegrando corazones”. Una línea que lo resume todo: humor, sinceridad y cero arrepentimiento.

El video termina con el carro brillando como nuevo, casi para ponerle lentes oscuros de lo que deslumbra, y con un mensaje que ya se volvió marca registrada: “Y ahora sí vamos a disfrutar cómo quedó este muñequito, nítido al cubo”. Sus seguidores, como era de esperarse, quedaron encantados.

Más allá del brillo del Kia, la historia de este joven refleja un cambio que muchos cubanos están viviendo. Ante una crisis que no da tregua y una inflación que no deja respirar, no pocos profesionales han decidido reinventarse y lanzarse al trabajo por cuenta propia. Y este exmédico convertido en detallista es la prueba de que a veces cambiar de camino no es rendirse, sino encontrar una versión de ti que estaba esperando salir.

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