El reguetón casi siempre se asocia a fiesta, calle y perreo, pero esta vez la historia viene con otro ritmo. Ja Rulay, uno de los nombres más queridos de la escena urbana cubana, decidió dejar a un lado los escenarios para meterse de lleno en algo mucho más grande: ayudar a familias del oriente de Cuba que quedaron devastadas tras el paso del huracán Melissa. Y lo está haciendo sin cámaras de lujo, sin poses, sin show. Solo trabajo duro y corazón.
Desde hace días se le ve integrado al proyecto La Familia Cubana, ese puente solidario que conecta a Miami con las comunidades afectadas en la isla. Allí está él, junto al actor Alejandro Cuervo y Teresa Padrón, descargando cajas, moviendo donativos y recorriendo barrios donde la necesidad pega fuerte. Nada de delegar el trabajo: Ja Rulay está metido en el fango, entregando paquetes uno por uno.
Las imágenes que circulan en redes lo muestran como nunca: sencillo, cercano, sin filtros. Lo ves sudado, cargando sacos y hablando con la gente con una naturalidad que te desarma. Y claro, la reacción del público no se hizo esperar. Los comentarios son un mar de aplausos, respeto y cariño. Porque una cosa es cantar sobre lealtad y otra es demostrarla con acciones.
Pero si hubo alguien que se derritió todavía más que el fandom, fue su novia, la cubana Marell Infante. Y vaya que la muchacha no se guardó nada. Compartió el video de la jornada en sus historias de Instagram junto a un mensaje que le sacó un “awww” hasta al más duro: “Orgullosa de ti y de tu corazón tan grande. Te admiro tanto”. Cerró el mensaje con un “Te amo mi amor bello”, que dejó claro que esta mujer está enamoradísima y que lo que siente es real, no cuento.
La pareja lleva rato siendo protagonista de momenticos románticos en redes. Hace apenas semanas, Ja Rulay sorprendió a todos cuando se tatuó el nombre de Marell. Sí, tatuado. Eso ya no es “te quiero”, eso es “tú eres la jeva de mi vida”. Y ahora, con esta labor humanitaria, parece que el sentimentalismo de ambos solo está creciendo.
Mientras sigue caminando por comunidades que aún sienten el golpe de Melissa, el artista demuestra que detrás de la música urbana hay un tipo solidario, con los pies en la tierra y con ganas de hacer algo por su gente. No importa que esté lejos del glamour: lo que está regalando ahora mismo pesa mucho más que cualquier hit.
Y aunque Marell no esté físicamente en Cuba, su apoyo se nota, se siente y le pone todavía más luz a esta historia. Es la prueba de que cuando el cariño y la solidaridad se mezclan, salen cosas bonitas. Muy bonitas.
