Protesta en poblado guantanamero termina con varios arrestados tras reclamar por los apagones y la falta de agua para el pueblo

Redacción

La comunidad de Maqueicito, en la provincia de Guantánamo, amaneció bajo un fuerte despliegue policial tras la protesta que estalló el jueves por la falta de electricidad y agua, según reportó el medio independiente ClickCuba.

Vecinos de la zona confirmaron la detención de al menos cuatro personas, entre ellas una mujer y tres jóvenes identificados como Maciel Diéguez, su sobrino Walter Diéguez, Yordano Leiva y Pedro Roberto Sarmiento Almaguer.

De acuerdo con los testimonios recogidos, los arrestos se produjeron horas después de que decenas de pobladores, incluidos niños y adolescentes, salieran a las calles para quemar gomas y exigir el restablecimiento del servicio eléctrico, interrumpido desde hacía más de diez días.

Fuentes locales apuntan que los detenidos habrían sido trasladados a las instalaciones de la Seguridad del Estado ubicadas en la carretera de El Salvador, en las afueras de la ciudad de Guantánamo, aunque no existe confirmación oficial.

“Desde anoche Maqueicito está tomado por la Seguridad del Estado. Hay personas en la parada que no conocemos y nadie puede grabar ni hablar del tema”, contó un residente bajo anonimato, reflejando el clima de tensión y miedo que domina el poblado.

Desde la noche del jueves, los vecinos reportan presencia constante de agentes y vehículos policiales, mientras las familias de los detenidos tratan desesperadamente de conocer su paradero.

La protesta de Maqueicito marca un hecho inédito en esa localidad, pero no aislado: refleja el creciente descontento social en el oriente cubano, una región golpeada por la pobreza, los apagones interminables y la lenta recuperación tras el huracán Melissa.

Los habitantes de Maqueicito, perteneciente al consejo popular de Paraguay, salieron a las calles tras diez días sin electricidad ni explicaciones oficiales. Durante la manifestación, varios vecinos denunciaron que el servicio de internet fue cortado, una práctica habitual del régimen para intentar silenciar las protestas.

El huracán Melissa dejó miles de familias sin techo, agua ni alimentos en las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma y Holguín. En medio de esa devastación, la protesta de Maqueicito se alza como una muestra más del agotamiento popular ante el abandono estatal y la falta de respuestas a una crisis que parece no tener fin.

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