La agencia de viajes Cubamax Travel, con sede en Miami, anunció la apertura de dos nuevos vuelos humanitarios gratuitos hacia Santiago de Cuba, pensados para facilitar que los cubanos puedan reunirse con familiares afectados por el huracán Melissa, que arrasó varias provincias del oriente de la isla. Los vuelos, programados para el martes 18 de noviembre, amplían la iniciativa solidaria que la empresa había puesto en marcha días atrás hacia Holguín, en colaboración con Eastern Air Express y Aerocuba Chárter.
En esta nueva convocatoria, los pasajes serán completamente gratuitos, con 90 libras de equipaje permitidas y la posibilidad de transportar ayuda sin límites. “Porque cuando las familias necesitan, Cubamax responde”, destacó la empresa en su página de Facebook, invitando a los interesados a acercarse a sus oficinas en el sur de Florida o comunicarse al (305) 512-0303 para reservar su boleto.
La semana pasada, Cubamax había habilitado dos vuelos humanitarios hacia Holguín, los días 13 y 16 de noviembre, también destinados a llevar ayuda a los damnificados por Melissa. Cada pasajero podía transportar toda la asistencia que deseara, además de una maleta de 70 libras gratis, cortesía de la agencia.
Estos gestos solidarios llegan en medio de una situación crítica en el oriente de Cuba, donde miles de familias siguen viviendo entre ruinas tras las lluvias torrenciales, los vientos huracanados y la crecida de los ríos. Barrios enteros permanecen inundados o incomunicados, y muchos sobrevivientes han perdido absolutamente todo: desde sus casas hasta sus pocos enseres. Mientras las autoridades insisten en que “se trabaja en la recuperación”, los testimonios que llegan desde Holguín, Granma y Santiago de Cuba muestran una realidad muy distinta: devastación generalizada, falta de materiales de construcción, escasez de alimentos, cortes eléctricos constantes y un sistema de salud colapsado.
En las comunidades rurales, familias enteras duermen bajo lonas o techos improvisados, esperando una ayuda estatal que no llega. En este contexto, la acción del exilio se ha convertido en el único alivio real. A través de Cubamax y otras iniciativas privadas, cubanos fuera de la isla han organizado colectas y envíos de suministros de primera necesidad. Aunque modestos frente a la magnitud del desastre, estos esfuerzos representan una esperanza tangible frente a la indiferencia oficial.
La reconstrucción en Cuba sigue siendo prácticamente imposible: el salario promedio apenas alcanza para cubrir la comida de una semana, los precios de materiales de construcción se han disparado, y las familias no cuentan con ahorros ni seguros que protejan sus pérdidas. Así, mientras el gobierno promete soluciones, es la ayuda privada, muchas veces organizada desde el exterior, la que sostiene lo poco que queda en pie.
Cubamax, fundada en 2001 y con más de una docena de sucursales en Florida, ha estado en el centro de la polémica dentro del exilio, acusado en ocasiones de mantener vínculos con el régimen de La Habana. En julio pasado, manifestantes se concentraron frente a su sede en Hialeah para denunciar presuntos envíos de recursos al régimen y reclamar la liberación de presos políticos. Aunque no existen sanciones oficiales del gobierno estadounidense contra la agencia, ni se han comprobado esas acusaciones, el debate sobre su papel sigue vigente.
En abril, Cubamax suspendió temporalmente el envío de remesas hacia Cuba, alegando una “reestructuración” vinculada a las empresas que procesan el dinero en la Isla, después de que el Departamento de Estado incluyera a Orbit S.A., su principal intermediaria, en la lista de entidades asociadas al conglomerado militar GAESA.
Más allá de la polémica, la decisión actual de facilitar vuelos gratuitos para transportar ayuda humanitaria vuelve a colocar a Cubamax en el centro de la conversación sobre el rol del exilio en la supervivencia de los cubanos dentro de la Isla. Mientras el Estado sigue sin ofrecer soluciones efectivas, es la solidaridad privada la que mantiene a flote, aunque sea temporalmente, a un país sumido en el abandono.










