Cuando pensábamos que Claudia Artiles lo había contado todo sobre su vida en Estados Unidos, la influencer cubana sorprendió a medio internet con una confesión que dejó a muchos fríos: está enfrentando una orden de deportación. Sí, así mismo. La misma Claudia que comparte sus recetas improvisadas, sus ocurrencias y su vida como mamá de Marlon ahora tiene encima un problema migratorio que la tiene lidiando con cortes, citas y abogados.
Todo salió a la luz durante un directo en TikTok, donde los seguidores, como siempre, fueron directos al grano: “Claudia, ¿qué pasó con tu estatus?”. Y ella, sin rodeos ni dramas innecesarios, soltó la verdad. Contó que no entró al país por asilo político, sino con un parole de tres meses. En aquel momento, tenía un proceso pendiente relacionado con el padre de su hijo y, según le dijeron los abogados de ese entonces, solo debía esperar un año y un día para aplicar a la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano. Fácil en teoría, complicado en la vida real.
Después de ese primer permiso, le extendieron el parole por un año más y comenzó su trámite de residencia. Hasta ahí, todo iba dentro de lo esperado. Pero ya sabemos que en temas migratorios, un paso mal dado te puede desbaratar el camino entero. Y así fue: el proceso se enredó, terminó bajo supervisión migratoria y hasta tuvo que usar un grillete electrónico, esa medida que muchos cubanos han vivido y nadie quiere recordar.
En pleno live, Ultrack, su pareja, lanzó una pregunta que dejó el ambiente en silencio: “¿Tú estás segura de que tú tienes parole? Porque a casi todo el mundo con parole ya le llegó la residencia”. Claudia respiró hondo y respondió con una honestidad que rompió corazones: “A mí no me ha llegado. Acuérdate que yo tengo una carta de deportación por la corte. Llegué tarde a una audiencia, y por eso te pueden hasta deportar”.
La confesión explotó en redes. Cientos de cubanos comenzaron a comentar, muchos contando experiencias similares: audiencias perdidas por desinformación, mensajes que nunca llegan, cartas que se extravían o cambios de dirección que complican todo. Claudia, con su forma de decir las cosas sin victimizarse, despertó una ola gigante de empatía.
Aunque no quiso dar detalles exactos sobre cuándo fue la audiencia o en qué punto está su caso, sí dejó claro que está asesorada por abogados y que confía en encontrar una solución. Mientras tanto, sigue activa en redes, cuidando de Marlon, riéndose de sus propias desgracias y mostrando esa vida de familia que tanta gente disfruta seguir.
Y sí, el proceso está complicado, pero si hay algo que ha demostrado Claudia Artiles es que no se rinde fácil. Su historia es también la de miles de cubanos que llegaron al sueño americano con un papel en la mano y fe en el pecho, navegando un sistema que puede ser tan incierto como la vida misma.










