El dólar y el euro recuperan valor de manera acelerada en el mercado informal en Cuba

Redacción

El mercado informal de divisas en Cuba amaneció este lunes con otro salto en los precios del dólar y el euro, marcando la segunda jornada consecutiva de aumentos y encendiendo las alarmas entre los cubanos que viven pendientes del cambio.

Según el parte diario de elTOQUE, el dólar se vende ya a 430 pesos cubanos, diez más que el día anterior. El euro también subió, pasando de 455 a 460 CUP, mientras que la MLC se mantiene estable en los 205 pesos.

Este movimiento podría ser el aviso de una nueva tendencia alcista tras varios días de caídas. A finales de octubre, el dólar había bajado de 485 a 410 CUP y el euro de 540 a 450, un desplome que parecía anunciar una calma momentánea en el mercado. Pero la tranquilidad duró poco: el rebote de las últimas jornadas demuestra que el peso cubano sigue sin encontrar piso.

Los expertos apuntan a lo mismo de siempre: la inflación sin control, la falta de divisas oficiales y la desconfianza total en las instituciones del régimen. En un país donde el gobierno lleva años prometiendo “estabilidad económica” mientras el salario se evapora entre apagones y colas, la gente busca refugio donde puede: en el dólar, en el euro o en la MLC, aunque haya que pagarlos a precio de oro.

El mercado informal, más rápido que cualquier ministerio, responde a los vaivenes de la calle y a la desesperanza del pueblo. Cada subida refleja la pérdida de fe en el peso nacional y en la palabra de los dirigentes, que siguen sin cumplir su promesa de aplicar una “tasa flotante” real, anunciada por Manuel Marrero a finales de 2024 y todavía guardada bajo llave.

Mientras tanto, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el informal se hace cada vez más obscena. En los barrios, los cubanos siguen revisando los canales de Telegram o las publicaciones de elTOQUE, buscando señales para decidir si vender o aguantar, sabiendo que cada peso que se devalúa significa menos comida en la mesa.

Aunque todavía es temprano para asegurar si este repunte marcará una tendencia sostenida, lo cierto es que el mercado informal sigue siendo el termómetro más honesto de la crisis cubana. Un reflejo claro de la desconfianza que genera un sistema incapaz de garantizar estabilidad ni siquiera en su propia moneda.

El peso se hunde, el dólar sube, y el pueblo —como siempre— paga las consecuencias.

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