Un torrencial aguacero con fuertes tormentas eléctricas sorprendió este domingo a los habitantes de Bayamo, en la provincia de Granma, que todavía no se recuperan de las inundaciones provocadas por el huracán Melissa.
El fenómeno, captado en video por CMKX Radio Bayamo, mostró un cielo completamente oscuro debido a otro apagón generalizado, iluminado solo por los relámpagos que caían sin parar.
Aunque parezca increíble, muchos vecinos recibieron la lluvia con agradecimiento. En medio de la grave escasez de agua potable que sufre la ciudad, el aguacero se sintió como una bendición caída del cielo.
“Lo único positivo es que cogimos agua para bañarnos”, comentó una residente, reflejando el sentir de muchos bayameses que aprovecharon cada gota para llenar tanques, cubos y botellas.
En redes sociales, varios internautas calificaron la lluvia como un “acto de misericordia divina”, convencidos de que fue una respuesta a la desesperación de un pueblo que lleva semanas sin agua corriente. “Esa fue una bendición de Dios que vio al pueblo de Bayamo muriendo de sed”, escribió una vecina.
Otros, en cambio, aprovecharon para descargar su frustración contra el gobierno local y el sistema de Acueducto, al que acusan de abandono total. “Menos mal que llovió, porque el gobierno es por gusto. Ni acueducto ni pipas”, protestó un usuario.
La paradoja es amarga: el agua abunda en los embalses, pero no llega a los hogares. La falta de electricidad impide bombearla, y mientras tanto, los bayameses siguen esperando soluciones.
Entre apagones, vientos y truenos, la lluvia volvió a ser —una vez más— el único alivio real para un pueblo sediento, que mira al cielo buscando lo que el Estado no logra garantizar: un poco de agua para sobrevivir.










