Accidente en Camagüey deja a un hombre herido tras la explosión de una supuesta granada

Redacción

Un hombre resultó gravemente herido en la mañana de este martes tras la explosión de un artefacto aún sin identificar en el reparto Montecarlo, en la ciudad de Camagüey. Según reportó el periodista José Luis Tan Estrada, el suceso ocurrió justo al lado del edificio de 12 plantas donde se pagan los servicios eléctricos, lo que provocó alarma entre los vecinos de la zona.

De acuerdo con fuentes cercanas, la víctima perdió varios dedos de una mano debido al estallido y fue trasladada de urgencia al hospital provincial. Hasta el momento, no se han ofrecido detalles sobre su estado de salud ni sobre el tipo exacto de artefacto que detonó.

Tras la explosión, el área fue cercada por la policía, y varios testigos confirmaron que se desplegó un fuerte operativo en cuestión de minutos. Tan Estrada aclaró que la información fue verificada con múltiples fuentes antes de publicarla, y que varios residentes confirmaron lo ocurrido, en concordancia con su práctica de periodismo responsable y contrastado.

A pesar de la rapidez de la respuesta policial, no se han publicado conclusiones oficiales sobre el origen del artefacto ni sobre posibles responsables. Las autoridades, como de costumbre, mantienen hermetismo mientras “se investigan los hechos”.

En redes sociales, algunos usuarios pusieron en duda la versión inicial de una granada. “Eso no fue una granada, fue un petardo”, escribió un internauta. Otro añadió que la policía local habría confirmado que se trató de un “aparato detonador de menor potencia”, aunque el sonido y la magnitud del estallido causaron pánico entre los vecinos.

Lo único que parece seguro es que sí hubo una explosión real, y que su impacto pudo haber sido mucho peor. El suceso ocurre apenas días después de otra potente detonación en el municipio de Camajuaní, Villa Clara, donde un almacén de pirotecnia se incendió provocando una densa columna de humo negro visible a kilómetros.

En medio de la crisis y el deterioro general del país, los cubanos viven ahora con el miedo añadido de que una simple jornada de trabajo o una chispa en la calle pueda terminar en tragedia. Mientras el régimen se mantiene ocupado en la propaganda y el control, la inseguridad, la falta de supervisión y el abandono estatal siguen cobrando víctimas en silencio.

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