Hay gestos que valen más que mil palabras, y el que protagonizó la influencer Arteshada en Holguín es uno de esos. Una familia cubana que nunca había tenido televisor vivió un momento de pura emoción cuando la joven llegó a su casa con un regalo que, aunque sencillo, les cambió la vida: su primer equipo de televisión.
“Ellos siempre iban a ver la novela en casa del vecino, ahora gracias a Leidy ya no lo tendrán que hacer más”, contó Arteshada en el video que compartió en Instagram, donde se ve la sorpresa y las lágrimas de alegría de la familia. El clip, cargado de ternura, se hizo viral entre los cubanos que aplaudieron la acción.
Detrás del gesto hay una historia de empatía. Leidy (@1002leidy_laura), una seguidora de la influencer, fue quien donó el televisor tras conocer la situación de Teresa y su familia, una familia humilde que apenas sobrevive en condiciones difíciles. En el video, se puede ver cómo Arteshada entra a la vivienda, conversa con ellos y los ayuda a instalar el equipo con su soporte incluido.
“Vamos a regalarle un televisor a Teresa y su familia… jamás en su vida han tenido uno”, explica la joven al comienzo de la grabación. Entre risas, abrazos y lágrimas, la emoción se apodera del momento. La creadora también cuenta que Teresa estaba enferma y que apenas podía levantarse de la cama, por lo que el televisor llegó como un rayo de alegría en medio de tantas carencias.
Y por si fuera poco, el regalo vino con “combo completo”: una cajita decodificadora y una memoria USB cargada con películas y novelas, para que la familia pueda disfrutar de algo de entretenimiento mientras consiguen el cable para captar los canales nacionales.
Las redes no tardaron en reaccionar. Cientos de usuarios dejaron comentarios llenos de amor y gratitud:
“Ella diciéndole que no llore y yo aquí rajada en llanto”, escribió una seguidora.
“Esta chica y las personas que colaboran con todo esto se merecen el mundo y más”, comentó otro.
Corazones, bendiciones y aplausos inundaron la publicación. Muchos coincidieron en que gestos así devuelven la fe en la gente, sobre todo en tiempos donde la escasez y las dificultades son el pan de cada día para las familias cubanas.
Pero este no fue el primer acto solidario de Arteshada. Días antes, había visitado a la misma familia para llevarles donaciones básicas: un fogón de carbón, bombillas, alimentos, dinero y café. En sus redes agradeció el apoyo de todos los que hacen posibles estas acciones:
“Gracias a cada uno de ustedes que me ayudó, yo nunca tendré cómo agradecerles más que decirles incansablemente gracias y desearles lo mejor del mundo.”
En una Cuba donde muchos luchan por cubrir lo más elemental, historias como esta iluminan el panorama. No se trata solo de un televisor, sino de un recordatorio poderoso: cuando se comparte desde el corazón, hasta el gesto más pequeño puede cambiarlo todo.










