El presentador Alexander Otaola volvió a encender las redes tras burlarse de las donaciones de comida enviadas desde Florida para ayudar a los damnificados por el huracán Melissa. Sus palabras, cargadas de sarcasmo y desprecio, desataron una ola de indignación entre cubanos dentro y fuera de la isla, que lo acusan de perder el sentido de empatía con su propio pueblo.
Durante una de sus transmisiones, Otaola se refirió con tono de burla al esfuerzo que desde Miami organizan cubanos de a pie para recolectar alimentos y ropa destinados a los más afectados. “Tú me dices, coño, le estás repartiendo ropa a la gente que no tiene nada, que perdió todo, lo van a necesitar… pero un pomito de aceite… es un tema estomacal, todo es un ‘tambucherismo’”, dijo con ironía.
No se quedó ahí. El influencer comparó el envío de ayuda con una “feria agropecuaria”, restándole valor al trabajo de los voluntarios. “No es nada organizado ni a gran escala, sino tres comemierdas, cuatro cositas, dos camionetas y ya. No es que movilizaron a nadie, sino entre ellos mismos”, soltó con tono de desprecio.
Pero la frase que más encendió la polémica fue la siguiente: “¡Ay qué cosa tan grande, qué pueblo, qué pueblo tan hambriento por tu madre! Ay, todo, todo, todo tiene que ver con el fuck… estómago, todo, todo, todo, todo!”.
Ante las críticas, Otaola se justificó diciendo que “miseria no quita miseria” y “limosna no es ayuda”, declaraciones que muchos interpretaron como un intento de suavizar un comentario claramente ofensivo.
“¿Y tú qué has hecho?”: el pueblo le responde
El fragmento del programa fue compartido en Instagram por el influencer Un Martí To Durako, quien lo confrontó directamente: “Señora, no solo se les ha dado ropa, también zapatos, comida porque tienen que comer, y ya que lo perdieron todo y aunque no sea mucho es algo… mientras, ¿tú qué has hecho además de pedir donaciones para tu organización y tickets para tu party de Halloween?”.
Esa publicación desató una avalancha de reacciones. Cientos de usuarios le recordaron a Otaola que quien no tiende la mano, no tiene derecho a burlarse de quienes sí lo hacen. “Hay algo muy triste en ver a alguien que dice amar a Cuba hablar con tanto desprecio del pueblo que sufre”, comentó una usuaria.
Otros fueron más duros: “Solo ayudas a ti mismo, vividor. Te pasas hablando de Cuba, pero no has donado ni un dólar”. “Nada de lo que haga la comunidad cubana le parece bien, solo critica”, escribió otro internauta.
La línea entre la crítica y el desprecio
El punto más cuestionado fue el tono con el que se refirió al hambre en Cuba, un país donde un pomo de aceite o un paquete de arroz puede ser la diferencia entre comer o no. Su comentario de que “todo tiene que ver con el estómago” fue percibido no como una reflexión, sino como una burla cruel hacia la necesidad de la gente.
“¿Y qué van a comer, ropa?”, escribió un usuario. “En Cuba lo que más se necesita es comida, por eso todo gira en torno a eso. Pero hay personas que no tienen empatía”, agregó otro.
El sentir general quedó resumido en un comentario que se hizo viral: “Detrás de cada pedido de ayuda hay una madre sin techo, un anciano sin comida, un niño con miedo. Quien de verdad siente por su tierra no los humilla, los abraza”.
