El mercado informal cubano vuelve a moverse con fuerza tras varios días de descenso en las tasas de cambio. En las últimas horas, el dólar estadounidense subió hasta los 460 CUP, lo que representa 10 pesos más respecto al día anterior. El euro también siguió la misma ruta, escalando de 480 a 490 CUP, mientras que la Moneda Libremente Convertible (MLC) pasó de 205 a 210 CUP, marcando un repunte que muchos ya interpretan como el inicio de una nueva tendencia alcista.
Este rebote llega justo cuando el mercado parecía estabilizarse tras las fuertes caídas registradas a finales de octubre, cuando el dólar se había desplomado de 485 a 410 CUP y el euro de 540 a 450 CUP, en apenas diez días. Sin embargo, los nuevos movimientos demuestran que el mercado paralelo sigue siendo el verdadero termómetro de la crisis económica cubana, reflejando la creciente desconfianza en el peso nacional y en las instituciones financieras del régimen.
Un mercado que responde al caos
El comportamiento actual de las divisas apunta a una reacción directa a la presión de la demanda y a la incertidumbre general que domina la economía de la Isla. Cuando el Gobierno no da señales de estabilidad ni ofrece soluciones reales, los cubanos buscan refugio en lo que aún tiene valor: el dólar y el euro.
Desde 2022, el peso cubano no levanta cabeza. Su devaluación parece no tener freno, con breves pausas que nunca llegan a consolidarse. Las causas son las mismas de siempre: una inflación fuera de control, escasez crónica de divisas y una población que no confía ni en su moneda ni en su propio sistema bancario.
La situación se agrava con la falta de efectivo y los continuos problemas de conectividad bancaria, que obligan a muchos a recurrir al mercado negro para realizar transacciones básicas. Mientras tanto, el Gobierno sigue en silencio sobre la tan anunciada “tasa flotante” que el primer ministro Manuel Marrero Cruz prometió en 2024 y que, como era de esperarse, nunca llegó a implementarse.
Un abismo entre lo oficial y lo real
Mientras las autoridades insisten en mantener un tipo de cambio oficial ficticio, la brecha con el mercado informal se amplía cada día más. Hoy, 13 de noviembre, las cifras según El Toque son claras: 1 dólar equivale a 460 CUP, 1 euro a 490 CUP y 1 MLC a 210 CUP.
En términos simples, un billete de 100 dólares vale 46,000 pesos cubanos, y uno de 100 euros llega a 49,000. En un país donde el salario medio apenas alcanza para cubrir unos pocos días de comida, estos números son más que estadísticas: son la radiografía del fracaso económico del régimen.
El reciente repunte podría explicarse por lo que los economistas llaman “sobrerreacción cambiaria” —u overshooting—, un fenómeno en el que las divisas bajan temporalmente tras un ajuste de expectativas, pero luego retoman su valor real, empujadas por las mismas fuerzas estructurales que nunca desaparecieron.










