Kuki Delgado volvió a ser el centro de todas las miradas y no precisamente por su estilo de vida o sus looks, sino por una confesión que ha generado todo tipo de opiniones. La hija mayor de Alexander Delgado, líder de Gente de Zona, reveló sin tapujos que se aplica bótox desde hace algún tiempo. Con apenas 23 años, Kuki compartió en sus redes su experiencia estética, mostrando que, para ella, cuidarse la piel es una prioridad y no un tabú.
A través de sus historias en Instagram, la influencer contó que acababa de salir de una clínica estética en Miami y que acababa de “hacerse su cara”, como lo dijo con total naturalidad. “Es un baby bótox porque a mi edad no es muy necesario. Para mí es una satisfacción, a mí me encanta. Es molesto, pero no duele”, explicó sonriente. Esa naturalidad al hablar del tema fue suficiente para encender el debate entre sus seguidores: unos la aplaudieron por su transparencia y otros criticaron que tan joven ya recurra a este tipo de tratamientos.
El llamado baby bótox se ha convertido en una verdadera tendencia entre las jóvenes de Miami, especialmente las que viven expuestas a la cámara o trabajan en redes sociales. Se trata de un procedimiento preventivo que ayuda a suavizar las líneas de expresión antes de que aparezcan, logrando un resultado sutil sin alterar los rasgos del rostro. No sorprende que esta técnica haya ganado tanta popularidad en una ciudad donde la imagen y el cuidado estético son casi parte del día a día.
Instalada hace años junto a su familia en Miami, Kuki parece disfrutar plenamente de este estilo de vida. En otra publicación, confesó que ama el resultado de sus tratamientos. “Me encanta este procedimiento. Amo el proceso, aunque sea molesto, y amo los resultados. Necesito mi piel con el brillo que deja el bótox”, comentó feliz.
Su sinceridad la ha colocado como una de las representantes de una generación que habla abiertamente de los retoques estéticos sin miedo a las críticas. Mientras algunos la celebran por mostrarse auténtica y real, otros opinan que este tipo de publicaciones pueden contribuir a normalizar la presión estética entre las más jóvenes.
En Miami, donde el bótox es casi tan común como un café con leche, la conversación está servida: ¿es prevención o es vanidad? Algunos expertos defienden el uso moderado del tratamiento como una forma de cuidado temprano, mientras otros advierten sobre el riesgo de trivializar los procedimientos cosméticos.
Kuki, sin embargo, parece tenerlo claro. “A mí me encanta”, repite con una sonrisa. Y quizás ahí esté la clave: cada quien tiene derecho a decidir qué hacer con su cuerpo y su imagen. Lo cierto es que, guste o no, Kuki Delgado se ha convertido en el rostro joven del baby bótox en Miami… y en el centro de una conversación que apenas comienza.







