Un incendio encendió las alarmas la tarde de este viernes en un almacén ubicado detrás de la Casa de Retiros y Convivencias en El Cobre, el antiguo Seminario anexo al Santuario de la Virgen de la Caridad, uno de los sitios religiosos más importantes de Cuba. Aunque las llamas provocaron una enorme columna de humo que se vio desde el pueblo, el fuego fue controlado rápidamente por el Cuerpo de Bomberos y no dejó heridos ni daños humanos.
El padre Rogelio Dean Puerta, rector del Santuario, confirmó que ni el templo ni la Casa de Retiros sufrieron afectaciones. Recalcó que el incendio se limitó al almacén, un local que no contenía donaciones ni bienes patrimoniales, desmintiendo cualquier rumor sobre pérdidas de objetos de valor histórico o ayudas recibidas para los más necesitados.
Mientras los bomberos trabajaban para sofocar el siniestro, la Administración del lugar se mantuvo en el sitio y el arzobispo llegó para acompañar al personal y supervisar la situación. La comunidad, como es habitual en Cuba ante cualquier emergencia, se aglomeró a las afueras para ver qué ocurría, mientras una nube de humo oscuro marcaba el cielo sobre El Cobre.
Las causas del incendio están bajo investigación, según señaló el rector en su nota interna. Las autoridades del santuario aclararon que el centro cuenta con otros almacenes completamente operativos, por lo que el trabajo pastoral y la recepción de ayudas continúan sin interrupciones.
El susto ocurre apenas una semana después de que los bomberos de Santiago enfrentaran dos emergencias casi simultáneas, un reflejo de cómo la provincia vive en constante tensión ante incendios, fallos eléctricos y condiciones de infraestructura deteriorada. En aquel episodio, rescataron a un anciano deshidratado y luego contuvieron un fuego en la Planta Procesadora de Soya, supuestamente provocado por chispazos tras el regreso del servicio eléctrico.
En El Cobre, por suerte, la historia terminó sin tragedia. Pero el episodio deja claro, una vez más, cómo los incendios siguen siendo un riesgo creciente en una Cuba marcada por apagones, instalaciones envejecidas y una infraestructura que cada día aguanta menos.







