El Uber más protegido de Miami: un cubano se hace viral con todos los santos a bordo

Redacción

Cubano chófer de Uber trabaja con todos los hierros: “Bien protegido para el camino”
Si hay algo que define al cubano, esté donde esté, es esa mezcla de fe, humor y creatividad para ponerle sazón a la vida. Y eso mismo es lo que ha demostrado un chofer cubano de Uber en Miami, que se ha vuelto viral por llevar su carro “con todos los hierros”: lleno de símbolos religiosos, protectores y hasta un sistema de sonido que anuncia desde lejos que ahí viene un hijo del Caribe. El video ha hecho reír a medio Miami y ha generado debate sobre cultura, fe y estilo.

El popular perfil de Instagram Only in Dade volvió a encender las redes con un video que retrató, con mucho humor, una de las estampas más típicas del Miami cubano: un chofer de Uber “con todos los hierros”.
Only in Dade, conocido por capturar las escenas más pintorescas del sur de la Florida, esta vez dio en el clavo. No hay nada más “Miami cubano” que ver a un chofer de Uber manejando como si llevara en el carro un pedacito de su altar personal y toda su historia encima.

En el clip, que ya acumula miles de reacciones, se ve a un conductor cubano manejando un Honda cargado de imágenes religiosas, collares y pulseras de la religión afrocubana, junto a figuras protectoras y resguardos mágicos para espantar el mal.
La escena parece salida de una película: el hondita va rodando por la ciudad, pero por dentro parece un templo rodante. Santos, collares, pulseras, amuletos… todo lo que un buen cubano considera necesario para ir “bien protegido”. Eso sí, el chofer lo lleva con tremendo estilo, como diciendo: “Aquí voy yo, y que nadie se equivoque”.

El video, acompañado por el tema “Hasta que se seque el Malecón (Remix)” de Jacob Forever y Farruko, muestra cómo el chofer personaliza su vehículo con devoción y estilo, dejando en un lugar protagónico también a su sistema de sonido, para que el “reparto” suene por todo lo alto.
A cada bocina le debe doler el alma, porque aquello suena duro. El remix retumba mientras el chofer maneja con una tranquilidad divina. Fe arriba, música a todo volumen abajo: la fórmula perfecta del transporte cubano en Miami.

En el salpicadero del Honda, se pudieron apreciar figuras como San Lázaro y otros santos del panteón yoruba, mientras el conductor luce manillas y amuletos típicos de la santería cubana.
Ahí están todos los santos: Babalú Ayé, Elegguá, alguna que otra imagen de santo católico… la mezcla perfecta del sincretismo que identifica a tantos cubanos. Y el chofer, orgulloso, los lleva como si fueran copilotos espirituales.

Los comentarios no se hicieron esperar. Algunos usuarios lo aplaudieron entre risas: “El viaje más seguro que vas a dar en tu vida”, escribió una seguidora; otro bromeó: “A ese señor no lo toca ni el aire, está protegido al máximo”.
Y es que, sinceramente, entre tantas protecciones, cualquiera se siente blindado. Varios usuarios se lo tomaron con humor, celebrando que este Uber viene con “seguro espiritual incluido”.

Muchos lo reconocieron como un reflejo del sincretismo religioso de la comunidad cubana en el exilio: “Ashé para mi hermano cubano, anda limpio, perfumado y trabajando honestamente”, comentó un usuario.
Para otros, el video fue casi un homenaje. Ese tipo de devoción, mezclada con cultura y tradición, es parte esencial de la identidad cubana dentro y fuera de la isla. Y verlo en un Uber es simplemente un recordatorio de que la cultura viaja con uno donde sea.

Otros, en cambio, se mostraron incómodos con la exhibición de símbolos religiosos dentro del vehículo: “Eso está bien para su casa, no para un Uber”, opinó un internauta.
Como en todo debate en redes, también hubo quienes dijeron que eso era demasiado. Que un Uber debía ser un espacio más “neutral”. Pero, ya tú sabes, decirle eso a un cubano es casi como pedirle que no respire.

Entre bromas, orgullo y debate, el “final boss de los choferes cubanos” se ha convertido en símbolo viral de la identidad criolla en Miami: superstición, fe, trabajo duro y mucha personalidad. Porque, como dicen los comentarios, “con ese Uber no hay mal que entre”.
Al final, este chofer logró algo que no todos consiguen: convertir una simple carrera de Uber en una postal de cubanía. Y si te subes a su carro, lo único seguro es que vas a llegar protegido… y bailando.

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