El opositor cubano José Daniel Ferrer, desterrado en octubre tras más de dos años de encierro arbitrario, lanzó este sábado un llamado urgente a la acción. Desde su exilio en Miami, invitó a todos los cubanos libres —y a quienes no se resignan al silencio— a reunirse este domingo 16 de noviembre, a las 2:00 p.m., frente al Museo Americano de la Diáspora Cubana, en 1200 SW Coral Way, para exigir respeto a los derechos humanos en la isla.
Su convocatoria, publicada en X, busca levantar la voz por los presos políticos que hoy mantienen una huelga de hambre en distintas cárceles del país. Ferrer lo describió con claridad: se trata de un gesto de solidaridad con quienes arriesgan su vida como único recurso para denunciar la barbarie que viven dentro de las prisiones del régimen.
UN EXILIO QUE NO CALLA
Desde que fue expulsado de Cuba, el líder de UNPACU ha multiplicado su activismo. Lejos de tomar el destierro como una derrota, lo ha convertido en tribuna: denuncia la tortura, coordina apoyo a familiares y mantiene el foco en lo que considera la herida más profunda del país: los más de 700 presos políticos reportados por organizaciones independientes.
Para Ferrer, las cárceles cubanas “no se diferencian de campos de concentración nazi”, una frase fuerte, pero que refleja el horror descrito por decenas de familiares: golpizas, aislamiento, falta de atención médica, hambre constante y castigos por motivos políticos.
UN LLAMADO A LA UNIDAD
La manifestación de este domingo es más que un acto simbólico: es un esfuerzo por unir a activistas, exiliados, organizaciones de derechos humanos y a cualquier cubano que se niegue a normalizar la represión.
El objetivo es claro: mandar un mensaje rotundo al régimen y al mundo de que la libertad de los presos políticos no es negociable.
Ferrer lo resumió con una frase que retumba entre quienes siguen su lucha:
“Seguimos firmes, desde cualquier lugar, por la libertad de Cuba y de nuestros presos políticos”.
Una convocatoria necesaria en un momento crítico, cuando la huelga de hambre dentro de la isla grita lo que muchos afuera están dispuestos a amplificar.










