La noticia cayó como un balde de agua fría en toda la comunidad latina de internet: Pollito Tropical, uno de los rostros más carismáticos y esperados en la nueva temporada de La Casa de Alofoke, decidió abandonar el reality antes de cumplir un mes dentro de la competencia. Y lo hizo con un mensaje que dejó claro que, por encima de los shows y las cámaras, está la salud mental.
El influencer cubano Randy Álvarez, mejor conocido como Pollito Tropical, anunció su salida inesperada del popular reality dominicano La Casa de Alofoke, apenas unas semanas después de haber llegado como una de las estrellas más anticipadas de la edición. Su salida dejó a todos con la boca abierta, principalmente porque su entrada había sido de las más celebradas de la temporada.
Su decisión —“una de las más difíciles” que ha tomado en su vida, según él mismo confesó— fue revelada a través de un mensaje publicado en Facebook, donde explicó que se retira para priorizar su bienestar emocional. No hubo drama, no hubo polémica: hubo honestidad pura y directa.
“Estuve en la casa de Alofoke, viví cosas increíbles y sentí el cariño de una familia que jamás imaginé. Pero hoy, por mi salud mental decidí dar un paso atrás y abandonar la competencia”, compartió el youtuber. Sus palabras resonaron fuerte en una audiencia que conoce bien su vibra alegre, pero también su sensibilidad.
En su publicación, el creador agradeció a su comunidad de “corazones amarillos”, esos seguidores fieles que lo han acompañado en cada proyecto, por los votos, los mensajes y el apoyo continuo desde que entró al programa. Para él, este no es un cierre definitivo: es una pausa necesaria. “La salud mental es primero, siempre”, concluyó.
En Instagram, además, compartió un video lleno de nostalgia, donde recopiló momentos de su paso por el reality y reflexionó sobre lo vivido. “A veces uno no se da cuenta de lo fuerte que ha sido hasta que mira atrás… Me llevo momentos que jamás voy a olvidar, risas que todavía me suenan en el alma y abrazos que me sostuvieron cuando mi corazón ya estaba cansado”, expresó con una sinceridad que tocó a muchos.
Su mensaje final dejó claro que esta experiencia lo marcó profundamente. “Hoy cierro este capítulo con gratitud, con lágrimas y con una paz que necesitaba encontrar”, escribió. No es un adiós, es un reseteo emocional.
A finales de octubre, Pollito había llegado a República Dominicana entre furor y expectativas. Entró a La Casa de Alofoke en grande: bailando, derrochando humor y dejando claro que venía a entretener. Su entrada se volvió viral al instante, con miles de comentarios celebrando su espontaneidad y carisma. Y no era para menos: con casi un millón de suscriptores en YouTube y más de 1.7 millones en Instagram, su presencia prometía revolucionar el programa.
Sin embargo, el inicio no fue del todo tranquilo. Apenas dos días después de entrar, vivió un momento incómodo cuando comentó que Crusita, la ganadora de la temporada anterior, había triunfado “por hacerse la víctima”. Aquella frase desató una discusión con Alofoke que se viralizó al instante y sumó estrés a su estadía dentro del reality.
Aun así, Pollito siguió adelante, mostrando autenticidad y humor… hasta que su salud emocional le pidió una pausa. Y él decidió escucharla.
Su trayectoria ha estado marcada por creatividad, risas y una autenticidad que lo ha convertido en favorito entre los latinos. Nacido en La Habana y emigrado a EE. UU. desde niño, Pollito lleva casi una década creando contenido que mezcla maquillaje, moda, tendencias y un toque cubanísimo.
Hoy, mientras miles de seguidores lamentan su salida, también celebran su valentía. Porque hablar de salud mental, y más en un medio tan público, no es fácil. Pero Pollito lo hizo, y lo hizo con el corazón en la mano.
Su mensaje final fue claro: este es solo un descanso. Volverá, y lo hará con la energía, la luz y el carisma que siempre lo han definido.







