Cuba estrena su primera electrosolinera: ¿avance real o puro cuento solar?

Redacción

Cuba está probando un experimento que suena futurista… pero que nace en medio del caos: su primera electrosolinera, una estación de carga solar para microbuses eléctricos. Sí, leíste bien. Mientras el país entero lidia con apagones, crisis de combustible y guaguas que pasan “cuando les da la gana”, Sancti Spíritus se convirtió en la pionera del invento. La pregunta es inevitable: ¿de verdad Cuba puede sostener esto?

Según el periódico oficialista Escambray, esta provincia fue la primera en estrenar una electrosolinera diseñada para alimentar los llamados ecomóviles, unos microbuses eléctricos desarrollados con apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA). La idea es noble: depender menos del diésel y del Sistema Eléctrico Nacional… que bastante tenso anda.

Leonel Díaz Camero, delegado del CITMA en Sancti Spíritus, explicó que todo esto forma parte de un proyecto experimental dentro del programa “Transición Energética del Transporte Urbano”. Básicamente, están probando si estos aparatos pueden funcionar en un país donde el sol sobra, pero los recursos no.

La primera electrosolinera del país se inauguró nada más y nada menos que en la Empresa Militar Industrial Francisco Aguiar. Eso sí: solo puede recargar un microbús a la vez. Tranquilo, que es “experimental”, dijeron. Hay dos más en análisis, pero todavía ninguna aprobada.

Díaz aclaró que, ante la falta de experiencias previas, estas estaciones servirán para medir cuál sistema encaja mejor con las condiciones cubanas. Lo principal: que reduzca la carga sobre el Sistema Eléctrico Nacional, que ya bastante trabajo tiene con mantener encendidas las neveras del país.

Pero, como era de esperarse, el proyecto aún depende de algo que en Cuba es más escaso que el bistec: divisas. Los motores, neumáticos, sistemas de tracción y buena parte de la tecnología son importados. Sin plata fresca, no hay electrosolinera que valga.

El plan también incluye desarrollar aplicaciones móviles que muestren en tiempo real dónde están y por dónde van los ecomóviles. Además, apps de gestión para optimizar el trabajo de cada vehículo. Sancti Spíritus ya tiene 38 microbuses eléctricos repartidos entre distintas entidades, y esperan llegar a 55 cuando entren los nuevos.

La iniciativa ha involucrado a estudiantes universitarios que ayudan en el diseño de software y mejoras técnicas. Incluso ya están desarrollando nuevos prototipos, como carros fúnebres eléctricos, uno de los cuales funciona en Placetas.

Aun así, el experimento deja claro lo limitado que es el proceso de “transición energética” en Cuba. No hay financiamiento estable, casi todo depende de cooperación extranjera y la infraestructura es mínima. Delegaciones cubanas buscan apoyo en Corea del Sur y Brasil para fabricar más vehículos y extender las electrosolineras, pero nada está cerrado.

El objetivo final es producir y mantener los ecomóviles en territorio nacional, pero para eso falta que lleguen recursos, piezas y que las pruebas solares demuestren que realmente pueden sostenerse en el tiempo. Por ahora, el sistema beneficia a muy pocos usuarios.

A nivel nacional, el gobierno anunció que planea instalar unas 40 estaciones de carga, parte de una apuesta por energías más limpias en medio del colapso del diésel. La Habana también comenzó a usar carros fúnebres eléctricos, con producción local combinada con componentes importados.

Todo suena moderno, sostenible y bonito… pero todavía está muy lejos de convertirse en una solución masiva. En un país con apagones diarios, tecnología obsoleta y pocas inversiones, la movilidad eléctrica avanza, pero a paso de tortuga… eléctrica.

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