El padre José Joaquín Espino, rector de la Ermita de la Caridad del Cobre en Miami, hizo un viaje cargado de propósito a Cuba este fin de semana para supervisar la entrega de más de 43 toneladas de ayuda humanitaria destinada a los damnificados por el huracán Melissa, que azotó con fuerza el oriente de la isla.
A su llegada al aeropuerto de Holguín, fue recibido por el equipo de Cáritas Cuba, encargado de organizar la distribución de 44,694 libras de alimentos no perecederos, la mitad de las cuales se destinarían a la Diócesis de Bayamo-Manzanillo. “El aeropuerto estaba vacío, pero nos recibieron con gratitud. Pasamos inmigración y ya nos esperaba el equipo de Cáritas para acompañarnos al área de carga, donde vimos cómo la ayuda se montaba en los camiones que iban directo a la diócesis”, relató Espino a Telemundo 51.
El sacerdote subrayó que su misión no era solo entregar cajas, sino asegurarse de que cada donación llegara a manos de quienes realmente lo necesitaban. “Nuestra tarea es garantizar que la ayuda llegue a su destino y confiar en quienes la van a distribuir. Ellos saben lo que hacen y tienen la experiencia para manejarlo”, explicó antes de regresar a Miami en el mismo vuelo.
La entrega fue recibida oficialmente por el Obispado de Holguín, que expresó su agradecimiento a la Iglesia de Miami y a todos los donantes que hicieron posible este gesto de solidaridad en medio de la grave crisis humanitaria que atraviesa Cuba, donde el Estado sigue demostrando su incapacidad para responder a desastres de esta magnitud. Una vez más, la ayuda internacional aparece como salvavidas en un país donde las instituciones locales no dan la talla.







