Desgarrador testimonio desde el Oriente de Cuba: «Mi mujer se murió con el virus y con hambre, y yo también me estoy muriendo»

Redacción

Un desgarrador relato desde el Oriente cubano vuelve a desnudar la cruda realidad humanitaria que enfrenta la población tras el paso del huracán Melissa y décadas de abandono del régimen castrista.

En un video compartido por la activista Irma Broek, un hombre con la voz quebrada muestra las ruinas a su alrededor y comparte la tragedia que vive en carne propia. Con lágrimas y angustia, dice:
“Mi mujer se murió con el virus y con hambre, y yo también me estoy muriendo. Nadie ha venido a ayudarnos. Mi mujer se murió sin medicamentos y yo aquí estoy, muriéndome igual.”

Sus palabras son un espejo de lo que enfrentan cientos de damnificados en las provincias orientales: falta de alimentos, medicinas, techos seguros y atención estatal, factores que multiplican el sufrimiento tras el ciclón.

Mientras el régimen intenta proyectar una imagen de control y recuperación, la verdad que captan activistas y ciudadanos es otra: pueblos olvidados, ancianos abandonados, viviendas derrumbadas y familias clamando por auxilio sin recibir respuesta alguna.

Este testimonio no solo desnuda la inacción tras un desastre natural, sino que también refleja la prolongada crisis estructural de Cuba, donde miles sobreviven al borde del colapso por la falta de recursos básicos, bajo un gobierno que se empeña en maquillar la realidad mientras la gente muere de hambre, enfermedad y olvido.

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