Díaz-Canel pide al pueblo «control popular» sobre la entrega de donaciones en Santiago de Cuba tras denuncias de robos y desvíos

Redacción

Miguel Díaz-Canel volvió a aparecer en escena en Santiago de Cuba, esta vez con su clásico discurso de control y buenas intenciones. El gobernante pidió a la población ejercer “control popular” sobre la entrega de donaciones, justo en un momento donde la gente ya no se cree que la ayuda llegue realmente a quien la necesita y los rumores de desvíos y ventas ilegales de recursos donados son moneda corriente.

Durante su recorrido por el Consejo Popular Sigua, una de las zonas más golpeadas por el huracán Melissa, Díaz-Canel aseguró que la entrega debía organizarse bien y llegar a todos los necesitados. “Que lo que llegue de donación se organice bien… que haya control popular… y de esa manera vamos a salir adelante”, dijo, sin mencionar cómo piensa que esto se materialice en un sistema sanitario y social que lleva décadas al límite.

Como era de esperarse, la televisión oficial registró la visita y mostró al mandatario acompañado de los viceprimeros ministros Jorge Luis Tapia Fonseca y Eduardo Martínez Díaz, junto a Beatriz Johnson Urrutia, presidenta del Consejo de Defensa Provincial. Entre las promesas más repetidas, habló de instalar una planta desalinizadora para garantizar agua y reparar la señal de telecomunicaciones, medidas que suelen quedar en los discursos y casi nunca llegan a la práctica.

El guion del show no podía faltar: apareció una “ciudadana agradecida”, que parecía más actriz que vecina, repitiendo las consabidas consignas. “Estamos satisfechos con su apoyo incondicional… ¡Viva la Revolución!”, exclamó frente a las cámaras, dando esa imagen de respaldo popular cuidadosamente ensayada que tanto le gusta al régimen.

Mientras el gobierno trata de proyectar control y organización, la realidad en las redes sociales es otra: vecinos denunciando la falta de transparencia en la entrega de ayuda, la lentitud en la recuperación y el uso político de las donaciones. La situación es tan delicada que incluso las propias autoridades han tenido que incrementar la “vigilancia” sobre los productos distribuidos, después de denuncias sobre venta de latas de pescado caducadas y otros desvíos tras el huracán Melissa.

Al final, queda claro que el llamado a “control popular” de Díaz-Canel suena más a una pose que a una solución real. La población necesita ayuda efectiva y transparente, pero el régimen prefiere el espectáculo mediático antes que resolver los problemas que él mismo contribuye a perpetuar.

Habilitar notificaciones OK Más adelante