A casi una semana del veredicto que lo declaró culpable, Chocolate MC volvió a aparecer públicamente, esta vez desde la cárcel del condado Miami-Dade. El reguetonero cubano habló a través de una llamada telefónica concedida a Telemundo 51, donde dejó ver todo lo que piensa sobre su caso, su juicio y hasta su proceso espiritual. Y como era de esperar, nada de lo que dijo pasó desapercibido.
Según contó, el momento en que escuchó el veredicto no lo derrumbó. De hecho, sorprendió con una frase que resume su estado mental en estos días: “Cuando escuché el veredicto no lloré porque me sentí complacido con la voluntad de Dios”. Aseguró que se ha aferrado profundamente a la fe y que cree que todo lo que le está pasando forma parte de un propósito mayor. El fallo lo responsabiliza del delito de solicitud de homicidio contra Damián Valdés Galloso, quien a su vez es señalado como primer sospechoso del asesinato del cantante El Taiger, un caso que ha tenido al público dividido desde el primer día.
Pero más allá de su espiritualidad, Chocolate señaló que desde el inicio percibió su juicio como “muy manipulado”. Esa idea la repitió una y otra vez. Para él, hubo fallas graves en el proceso, sobre todo en la selección del jurado. “Fue un jurado donde no había hispanos, nadie de mi color… no les dieron la oportunidad de conocer quién era yo, tampoco les dieron la oportunidad de conocer quién era la supuesta víctima”, aseguró. Según él, nunca sintió un verdadero equilibrio en la balanza.
Y su inconformidad no termina ahí. Uno de los puntos más duros de su declaración fue la referencia a su propio abogado, Adolfo Gil, a quien dijo no haber visto en su mejor versión. “Yo no lo vi como él acostumbra. Ahí había un hombre con miedo y asustado”, confesó. Aun así, la oficina de Gil continúa a cargo de su defensa y actualmente trabaja en la apelación del caso, con la esperanza de revertir la condena.
Durante el juicio, la fiscalía presentó pruebas que pesaron muchísimo en el veredicto: el número de teléfono y el correo electrónico de Chocolate aparecían vinculados a la cuenta de Instagram desde donde se publicaron al menos tres videos considerados amenazas directas contra Valdés Galloso. Entre ellos estuvo el polémico tema “Pínchalo”, que fue clave en el caso. Según la fiscalía, en ese video el artista insinuaba que alguien debía apuñalar a Valdés en prisión a cambio de dinero.
El juez Milton Hirsch concluyó que esas publicaciones no eran simple performance urbano ni “expresiones artísticas”, sino “amenazas verdaderas”, lo que las deja fuera de la protección de la Primera Enmienda. Ese criterio prácticamente desarmó uno de los argumentos principales de la defensa.
En medio de todo esto, Chocolate MC sí reconoció que parte de su comportamiento no fue el mejor. “No me expresé de la manera indicada”, admitió ante el tribunal. Pero también dejó claro algo que para él es esencial: que jamás tuvo intención real de causar daño. “Yo no soy capaz de matar a nadie”, afirmó desde la cárcel, insistiendo en que sus palabras se sacaron de contexto.
La historia continúa desarrollándose mientras la apelación avanza, pero lo que está claro es que esta etapa de su vida ha marcado un antes y un después para el artista. Y, como siempre, él no se queda callado.










