Un nuevo accidente en el tramo conocido como La Gloriosa, en la carretera que une Gaspar con la ciudad de Ciego de Ávila, volvió a poner en evidencia un problema que los choferes de la zona llevan tiempo denunciando: la carretera se ha convertido en una ruleta rusa, donde cualquier viaje puede acabar en tragedia.
Las imágenes comenzaron a circular en redes, donde testigos mostraron los vehículos destrozados tras el choque, entre ellos una rastra y al menos dos autos. Según la información compartida, no hubo fallecidos, pero sí varios lesionados, incluido el chofer de la rastra, que tuvo que ser intervenido.
Para los residentes y conductores habituales de ese tramo, el accidente no sorprende. Muchos aseguran que los siniestros se han vuelto el pan nuestro de cada día, y lo atribuyen a la irresponsabilidad creciente en la carretera. En un video grabado desde la escena, el chofer Yunior Tamayo fue directo: “Andan a lo loco”.
Yunior explicó que viaja constantemente por esa vía y que cada vez es más común ver a conductores tirándose sin mirar, invadiendo el carril contrario y obligando a otros a frenar, esquivar o, como él dice, “tirarse cuneta abajo”. Su advertencia es clara y amarga: se acerca diciembre, un mes donde aumentan los viajes, la circulación y el riesgo.
Detrás del accidente no hay misterio técnico ni condiciones climáticas extremas: hay una combinación peligrosa de imprudencia, falta de control vial, ausencia de mantenimiento en la carretera y un país donde la infraestructura está tan deteriorada como la paciencia de los ciudadanos.
Entre ayer y hoy, comentó otro testigo, ya van varios accidentes en la misma zona. La gente lo sabe. Los choferes lo repiten. Pero mientras el Estado sigue viviendo en modo “nota oficial”, los cubanos siguen jugándose la vida cada vez que arrancan el motor.







