Cubana revela su pasado sin miedo: recogió basura, bailó, trabajó duro… y hoy vende casas de lujo en Las Vegas

Redacción

Si algo está claro en la vida es que nadie llega lejos sin embarrarse un poco las manos… o sin tragarse el orgullo. Y si no, que lo diga Adys Laborda, la cubana que está arrasando en TikTok con una historia que mezcla sacrificio, reinvención, sudor, lágrimas y una determinación que muchos quisieran tener.

Su video se volvió viral porque no solo cuenta su ascenso profesional en Estados Unidos, sino que lo hace sin pelos en la lengua. Nada de frases dulces. Nada de “todo fue fácil”. Al contrario, contó con honestidad brutal cómo pasó de ser doctora en Cuba a convertirse hoy en una exitosa realtor en Las Vegas.

Adys empieza diciendo algo que dejó a medio mundo con la boca abierta:
“Antes de ser realtor hay una mujer que llegó a este país y trabajó en una floristería, luego en housekeeping, recogió basura en los hoteles para una compañía, fue bailarina stripper… porque lo que nunca me gustó fue ser una mujer mantenida”.

¡Y ahí explotó TikTok! Porque no todo el mundo tiene el valor de contar su historia así, sin maquillaje. Pero ella lo hizo porque sabe que cada paso —incluso los más duros— fue lo que la llevó hasta donde está hoy.

En Cuba, Adys era médica, y quienes han vivido allí saben que ser doctor no es sinónimo de vivir bien. Entre los salarios miserables, la falta de recursos y la frustración constante, muchos terminan abandonando sus profesiones buscando una vida digna. Adys fue una de ellas: decidió que quería más. Mucho más.

Ya en Estados Unidos, reconstruyó su vida desde cero. Trabajó donde hubiera trabajo, sin miedo a ensuciarse las manos y sin importarle lo que dijera el mundo. “Entre ser doctora en Cuba y convertirme en agente inmobiliaria en Estados Unidos, hubo una mujer que nunca tuvo miedo a empezar desde abajo ni a empezar desde cero”, dijo en su video.

Esa frase estremeció a miles, especialmente a inmigrantes que han tenido que pasar por lo mismo. Ella siguió:
“Hoy soy realtor en Las Vegas, no porque la vida me lo regaló, sino porque me gané cada escalón con valentía y sacrificio: desde una floristería hasta las oficinas de bienes raíces; desde limpiar cuartos hasta cerrar contratos; desde recoger basura hasta entregarle llaves a mis clientes”.

Y, como era de esperar, no faltaron los criticones. Pero Adys vino preparada:
“Y tú, mi amor, que tanto hablas, ¿en qué punto de la historia te faltaron fuerzas? ¿Dónde dejaste la valentía? No es que yo sea mejor que nadie, es que elegí moverme mientras otros decidieron quedarse”.

Las redes explotaron en aplausos, mensajes de apoyo y lágrimas digitales. Muchos cubanos —y latinos en general— vieron en su historia la representación perfecta del inmigrante que llega sin nada, pero que con garra y disciplina consigue abrirse camino.

Hoy, Adys Laborda es un símbolo de independencia femenina, superación y orgullo. Su historia no solo inspira: sacude, motiva y calla bocas. Porque si algo deja claro es que no importa de dónde vengas, lo que importa es que tengas las agallas para seguir adelante, aunque el camino empiece recogiendo basura.

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