Las autoridades sanitarias de Santiago de Cuba salieron este lunes a apagar otro fuego informativo, asegurando que no existen fallecidos ni pacientes graves por intoxicación tras el consumo de un supuesto “alumbre” que algunos vecinos usan para intentar aclarar el agua que llega cada día más turbia.
El encargado de la explicación fue el doctor Miguel Ángel Díaz Núñez, director provincial de Salud, quien desmintió las versiones que habían corrido como pólvora en redes sociales, muchas de ellas difundidas desde perfiles oficialistas que, con la misma rapidez con que inventan, luego borran.
Díaz Núñez afirmó que, tras revisar los registros tanto de adultos como de menores, no aparece ningún muerto ni ningún paciente crítico vinculado a intoxicaciones por esta causa. También aseguró que los hospitales no reportan casos graves asociados al consumo del producto vendido ilegalmente como “alumbre”.
En su nota oficial, la Dirección Provincial de Salud recordó que el alumbre —ese sulfato de aluminio o potásico que muchos cubanos han usado toda la vida para “asentar” el agua— tiene propiedades para neutralizar bacterias y olores, pero también puede causar problemas si se manipula sin cuidado. El mensaje es el mismo de siempre: úselo con precaución y, de ser posible, infórmese solo por los canales estatales, esos que nunca cuentan la película completa.
El desmentido llega justo después de que empezaran a circular publicaciones que hablaban de dos supuestos fallecidos vinculados al consumo de un “falso alumbre”, vendido en plena calle en medio de la desesperación que ha dejado la crisis del agua tras el paso del huracán Melissa. Muchos santiagueros, cansados de recibir agua tan oscura como el café mezclado, buscaban cualquier alternativa para intentar hacerla potable.
La bola de nieve comenzó con una publicación de “Comunicación Asamblea Santiago Cuba”, un perfil oficial en Facebook, que aseguraba que dos trabajadores de la Universidad de Santiago de Cuba habían muerto tras consumir un producto vendido como alumbre, cuando en realidad sería un blanqueador industrial robado de los almacenes de Mar Verde. El post fue borrado sin una explicación, como si nada hubiera pasado.
Mientras tanto, la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos lanzó su propia alerta urgente advirtiendo que en las calles se está vendiendo un supuesto “alumbre” que representa un serio riesgo para la salud, porque no es el producto habitual, sino un químico industrial que podría causar daños graves.
Todo este enredo se desarrolla en un contexto marcado por una emergencia sanitaria que el régimen intenta maquillar, pero que los santiagueros viven a diario. Desde que el huracán Melissa golpeó la región hace casi un mes, la infraestructura hidráulica quedó destrozada. El resultado es un agua que llega a los hogares con sedimentos, olor extraño y un color marrón que da más miedo que sed.
Ante semejante panorama, muchos habitantes han recurrido al alumbre como único recurso para intentar aclarar el líquido. Y en una ciudad donde la necesidad aprieta y la información confiable escasea, el terreno queda perfecto para el caos, los rumores y los apagones informativos de siempre.







