En una ciudad golpeada por la escasez y la desidia estatal, ni siquiera el régimen puede ocultar el desastre. Un reporte del propio medio oficialista Cubadebate reconoce que la venta indiscriminada de medicamentos en el Puente de 100 en La Habana está fuera de control, un escenario que retrata la profunda crisis que vive Cuba y el abandono de un sistema de salud que ya no logra sostener su propio discurso. 🌡️⚠️
El artículo admite que los mismos fármacos que desaparecen de las farmacias estatales —donde las familias hacen colas infinitas y regresan con las manos vacías— se venden libremente, sin receta ni supervisión, en plena calle. Según la nota, estos puntos funcionan como un “circuito premium de compras”, una especie de mercado VIP de la necesidad donde todo aparece si se paga lo suficiente. 💵😡
La publicación menciona lugares como la Güinera o la Calzada de Diez de Octubre, zonas donde, según los testimonios recogidos, puedes encontrar desde antibióticos hasta medicamentos controlados, siempre que lleves el dinero. No hay regulación, no hay ética, no hay Estado: solo vendedores improvisados que suplen la ausencia total del sistema. 🏥💔
La ironía —y el cinismo— es que la denuncia viene de dentro del propio aparato oficial, que pretende presentar este caos como un fenómeno aislado. Pero para los habaneros es el pan de cada día. La gente sabe que la dictadura dejó caer el sistema de salud, y ahora el medicamento que antes costaba unos pesos en una farmacia estatal, hoy se revende al triple o al cuádruple en una esquina cualquiera. La vida del cubano, otra vez, convertida en una mercancía más. 🎭💊
Y mientras tanto, el régimen sigue pidiendo “resistencia” desde sus oficinas climatizadas, incapaz de responder por la ruina que ha provocado. En las calles, donde el dolor es real, los cubanos continúan pagando por sobrevivir.
Porque al final, lo que duele no es solo la falta de medicinas: es saber que la salud dejó de ser un derecho y se convirtió en un privilegio para quien pueda pagarlo. 🇨🇺🖤
