En medio de un panorama epidemiológico que sigue complicando la vida de los cubanos, siete recién nacidos en el Servicio Provincial de Neonatología de Sancti Spíritus muestran una evolución positiva tras ser diagnosticados con chikungunya. La noticia, difundida por la prensa oficial, supone un respiro en un país donde las arbovirosis se han vuelto un verdadero dolor de cabeza para el sistema de salud.
Desde el 11 de noviembre, los neonatos fueron reportados entre graves y críticos, y según la doctora Meidalis Martínez Barrios, especialista de segundo grado en Neonatología y jefa del servicio, su manejo ha sido todo menos sencillo. El seguimiento clínico ha sido minucioso, con protocolos estrictos, control de fármacos, balance hídrico y vigilancia constante de signos vitales, una labor que exigió turnos extenuantes para médicos y enfermeras.
“Los dos pacientes que estuvieron críticos han requerido más tiempo y esfuerzo; son los que más hemos cuidado”, explicó Martínez Barrios, quien comparó el desafío con la propia COVID-19: “Incluso nosotros en el servicio comentamos que esto ha sido más difícil que la COVID”. La doctora destacó que los primeros tres días de ingreso son clave, y que los turnos de guardia se han tenido que reforzar ante la intensidad del tratamiento.
El contexto nacional pinta un cuadro preocupante. Según la viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, actualmente hay 107 personas en cuidados intensivos por arbovirosis, de ellas 28 en estado crítico. La mayoría son menores de 18 años, incluyendo neonatos, lo que obliga a reforzar la vigilancia sobre la población pediátrica.
Las cifras generales muestran que la epidemia no da tregua: 826 nuevos casos de chikungunya en la última jornada, con un acumulado de 37,194 enfermos desde el inicio del brote. La positividad de dengue también va en ascenso, mientras el mosquito Aedes aegypti sigue propagando la amenaza, con más de 400 focos detectados recientemente.
Pese a que el gobierno anuncia que se cumplió el 96 % del plan de fumigación y que se iniciaron ensayos clínicos en Matanzas, la viceministra admitió que la situación aún no está bajo control. La epidemia se comporta de manera desigual entre municipios, con algunos en aparente descenso y otros en incremento de casos sospechosos.
